Hacienda ha publicado ya el dato correspondiente al cierre del mes de julio, cuando su déficit se situó en el 3,98% del PIB, un 20,3% por debajo de los niveles de 2020, cuando era del 5,38%. La cifra asciende a 48.077 millones de euros. La mejora se debe a “un robusto incremento de los ingresos no financieros del 16,7%, frente al comportamiento de los gastos, que crecen a un ritmo del 2,5%”, explica Hacienda. En el caso de los ingresos, que suman 112.445 millones, es particularmente positiva la evolución de los impuestos, que arrojan 94.014 millones, un 21,8% más que un año antes.
En este terreno, Hacienda destaca que los tributos sobre la producción y las importaciones se incrementan un 15,9%, de los cuales los ingresos por IVA crecen un 18,2%. A su vez, agrega, los impuestos corrientes sobre la renta y el patrimonio se elevan un 33,5% debido al IRPF, que crece un 33,4% y al aumento del Impuesto sobre Sociedades, que se incrementa un 37,6%. Por su parte, los impuestos sobre el capital se incrementan un 307,1%, respecto al mismo periodo del año anterior.
Por su parte, los ingresos de las cotizaciones sociales descienden ligeramente, en un 2,4%. A su vez, las rentas de la propiedad disminuyen un 1,7% respecto a 2020, como consecuencia del descenso del 12,7% de los ingresos por intereses. No obstante, se produce un incremento de los dividendos y otras rentas en un 7,1% debido, principalmente, al mayor dividendo recibido de Loterías y Apuestas del Estado (590 millones frente a 420 millones en 2020), explica el Ministerio, que añade que los ingresos procedentes de la venta de bienes y servicios crecen un 41,9% hasta los 1.012 millones.
El gasto, por su parte, ascendió al cierre de julio a 160.522 millones, la partida que más pesa es la de las transferencias entre administraciones, por valor de 104.314 millones (un 3,1% más). Destacan aquí las realizadas a las comunidades autónomas por 59.865 millones (un 0,8% más) para atender las necesidades surgidas de la pandemia. A su vez, a la Seguridad Social se le han destinado un 2,6% más de recursos que en 2020; las dotaciones para Dependencia crecen un 49,1% (hasta 1.389 millones); y crece la factura del Ingreso Mínimo Vital.
“El importe de los gastos del Estado relacionados con la pandemia ha sido de 7.996 millones, de los cuales 6.791 millones son transferencias a las Comunidades Autónomas y a las Corporaciones Locales y 792 millones es el gasto en los consumos intermedios, que se corresponde casi en su totalidad a las vacunas”, aclara Hacienda. En paralelo, la remuneración de asalariados crece un 4,6% hasta los 11.401 millones, al incorporar la subida salarial para este ejercicio del 0,9% frente a un incremento salarial del 2% en 2020. De otra parte, los intereses devengados crecen un 3% hasta situarse en 13.538 millones, mientras que la cooperación internacional corriente aumenta en un 12,6%.