El Banco Central Europeo ha advertido en su informe de estabilidad financiera de los crecientes riesgos que observa en el mercado inmobiliario de la zona euro, en algunos aspectos comparables a lo sucedido en los momentos previos a la anterior crisis financiera de 2007. “La pujanza del crédito concedido al sector inmobiliario puede ser un riesgo grave para la estabilidad financiera”, asegura el documento.
Según explica el BCE, “ha aumentado el riesgo de correcciones de precios en algunos mercados inmobiliarios y financieros”. Los problemas en algunos mercados inmobiliarios residenciales han aumentado, especialmente en países donde las valoraciones ya eran elevadas antes de la pandemia. En este sentido, el BCE recomienda políticas macroeconómicas que prevengan y mitiguen los riesgos en los mercados inmobiliarios de esos países. La institución no cita ningún país en particular, si bien el mercado inmobiliario se está tensionando especialmente en Alemania, Francia y Holanda.
En su informe, el BCE lanza serias advertencias. Señala que “las dinámicas en los precios de la vivienda y la sobrevaloración están ya en niveles similares a los observados en el pico previo a la gran crisis financiera de 2007”. Además, si bien reconoce que la vulnerabilidad en las carteras hipotecarias está en la actualidad por debajo de los niveles previos a la citada gran crisis financiera, en algunos lugares se está acelerando. “Hay varios países donde el crecimiento anual del crédito hipotecario crece ya por encima del 7% y se está acelerando”, explica. Se trata del ritmo de crecimiento más intenso desde 2005.
En términos generales, el BCE considera que los riesgos y vulnerabilidades del mercado inmobiliario de la zona euro parecen más leves que en el período previo a la gran crisis de 2007, pero pueden generar riesgos en el medio plazo que requieren vigilancia y posibles medidas macroprudenciales. El BCE pone por tanto el foco en los niveles de capital que presentan los bancos y los sistemas financieros nacionales más vulnerables, sin dar detalles concretos por países.
“En algunos países, la fortaleza del mercado inmobiliario residencial se suma a un boyante mercado hipotecario y hay evidencias de un progresivo deterioro de los estándares de crédito, que se refleja en el creciente porcentaje de préstamos con un elevado ratio loan to value (o porcentaje de financiación sobre el valor de tasación)”, explica el BCE. No hay alusiones específicas por países, pero sí un cuadro en el que se recogen las advertencias que el Consejo Europeo de Riesgo Sistémico lanzó en septiembre de 2019 sobre las vulnerabilidades de su mercado inmobiliario. Hizo advertencias directas a Francia y Alemania, país que no ha tomado ninguna medida, y recomendaciones a Bélgica, Finlandia, Luxemburgo y Holanda, dirigidas a limitar el nivel de apalancamiento hipotecario.
El BCE hace hincapié en su informe de estabilidad financiera en los riesgos latentes, de cara al medio plazo, en el mercado de la vivienda en la zona euro, pero advierte también de “señales de exuberancia” en otros segmentos del mercado financiero como la renta variable o los criptoactivos y que asegura son cada vez más visibles. La caída a territorio negativo de las rentabilidades reales, a causa del alza de la inflación, está acentuado aún más el apetito por el riesgo.