Una recalibración en el argot del Banco Central Europeo. El BCE ha decidido reducir ligeramente la cuantía de las compras del programa antipandemia durante el próximo trimestre, desde los 80.000 millones de euros mensuales de los últimos dos trimestres, gracias a la mejora de las condiciones macroeconómicas y el avance del proceso de vacunación, pero ha querido dejar para más adelante el debate sobre qué pasará a partir de marzo de 2022, fecha en la que finaliza este plan de compra de deuda. De esta forma, no ha entrado en el debate de una futura retirada de los estímulos financieros (tapering) y ha asegurado que se trata de una recalibración de las herramientas. La institución presidida por Christine Lagarde ha elevado además sus estimaciones de PIB de la zona euro para este año y actualizado sus cálculos de IPC.
En la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno, la presidenta del BCE, Christine Lagarde ha reconocido que las perspectivas de PIB e inflación se han elevado ligeramente gracias a la mejora económica y el incremento del consumo. El BCE ha actualizado así su cuadro macroeconómico mejorando sus estimaciones de PIB de la zona euro para 2021, desde el 4,6% al 5%; mientras que reduce una décima la previsión para 2022 -del 4,7% al 4,6%- y mantiene la estimación para 2023 en el 2,1%.
La escalada de los precios, que en agosto subieron hasta el 3% en la zona euro, su nivel más alto en los últimos diez años, ha elevado además el cálculo de la institución del IPC para este año, hasta el 2,2% desde el 1,9% previsto en junio. Para desde ahí reducirse hasta el 1,7% en 2022 (1,5% en junio) y al 1,5% en 2023 (1,4% previsto en junio). Por otra parte, apunta que la inflación subyacente, que descuenta los alimentos y la energía por su volatilidad, será del 1,3% en 2021, del 1,4% en 2022 y del 1,5% en 2023, por lo que estas cifras también se han revisado al alza respecto a los cálculos de junio.
El Consejo de Gobierno del BCE se ha dado cita por primera desde que la institución decidió en julio cambiar al 2% la meta de inflación. En su comunicado, ha asegurado que “sobre la base de una evaluación conjunta de las condiciones de financiación y de las perspectivas de inflación, el Consejo de Gobierno considera que pueden mantenerse unas condiciones de financiación favorables con un ritmo de compras netas de activos en el marco del programa de compras de emergencia frente a la pandemia (PEPP) ligeramente inferior al de los dos trimestres anteriores”.
La entidad no cifra la cuantía de esa reducción en su comunicado, en el que asegura que mantendrá las compras de deuda hasta “al menos hasta el final de marzo de 2022 y, en todo caso, hasta que considere que la fase de crisis del coronavirus ha terminado”. En la actualidad, el monto total que adquiere cada mes es de 80.000 millones de euros, cifra que el mercado espera que se rebaje entre 10.000 y 20.000 millones.
Lagarde, que ha esquivado el término tapering, ha asegurado que se trata de “recalibrar” los estímulos durante los tres próximos meses y que esta medida ha sido adoptada de forma unánime por todo el Consejo de Gobierno del BCE, a pesar de que algunos de sus miembros habían apuntado a la necesidad de iniciar la retirada de estímulos pronto, en línea con lo anunciado por el presidente de la Fed, Jerome Powell hace algunas semanas. La presidenta del BCE ha insistido además que en el encuentro de hoy no se ha debatido qué pasará a partir de marzo de 2022, cuando finalice el PEPP.
Además, ha apuntado que seguirá reinvirtiendo el principal de los valores adquiridos en el marco del PEPP que vayan venciendo al menos hasta el final de 2023, y que mantendrá el actual ritmo de compras de 20.000 millones de euros del programa de compras de activos (APP).