El BCE deja en mínimos las compras de deuda pese al alza de los bonos

El BCE deja en mínimos las compras de deuda pese al alza de los bonos

El BCE está lejos de acelerar sus compras de bonos como medida con la que frenar el alza de rentabilidades de los bonos, motivada por una mejora de las expectativas de inflación, y que ha puesto en guardia a los inversores ante una posible corrección de los activos de riesgo, como la renta variable y la deuda corporativa.

El volumen de compras de activos del programa extraordinario antipandemia (PEPP), la principal herramienta de política monetaria del BCE en estos tiempos de crisis, ascendió la pasada semana a apenas 11.900 millones de euros netos. Se trata de una de las cifras de compra semanal más bajas desde la puesta en marcha del programa, a finales de marzo del pasado año.

Aun así, la cifra está influida por el volumen de vencimientos de deuda, que están siendo superiores por motivos estacionales, según matizan fuentes del BCE. Es lo que también sucedió durante la semana precedente, cuando las compras aumentaron en 16.900 millones de euros y hubo vencimientos por 4.900 millones de euros. El volumen de compras netas se mantiene por tanto en la línea de lo registrado la semana anterior. Y el total consumido del programa PEPP asciende ya a los 878.600 millones de euros, de un máximo de 1,85 billones.

El Consejo de Gobierno se reunirá este jueves y su respuesta al alza de rentabilidades de los bonos tiene expectantes a los inversores. Ante la mejora en las perspectivas de crecimiento e inflación (en este caso especialmente a causa del incremento del precio del petróleo), el rendimiento del bono estadounidense a 10 años ha recuperado ya los niveles prepandemia, por encima del 1,5%. Y el bund alemán se cotiza en el -0,28%, recuperando máximos de finales de marzo de 2020.

El BCE ha reconocido su inquietud ante el hecho de que estas subidas supongan un encarecimiento en el coste de financiación y torpedeen con ello su objetivo de política monetaria. Pero hasta el momento ha evitado intervenir de forma decidida en el mercado, limitándose a declaraciones en las que señalar que el alza de la inflación será una cuestión puntual y que siguen siendo necesarios fuertes estímulos monetarios.