Así lo dejaron de relevancia las primeras intervenciones de análisis en la Cámara Alta, que corrieron por cuenta del gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, y la responsable de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef), Cristina Herrero. Ambos coincidieron en que las previsiones económicas del Ejecutivo pecan de optimistas, si bien el primero centró parte de su intervención en advertir de que la factura en pensiones será superior a la presupuestada y, más allá, en que la reforma que tramita el Parlamento no bastará para cubrir los sobrecostes que ocasionará la jubilación de la generación del baby boom.
“La evolución del gasto no está ausente de fuentes de incertidumbre relevantes, en particular, en lo referente a la partida de pensiones”, alertó Cos a los senadores, en buena parte por la evolución de la inflación. Conviene recordar que la reforma de pensiones en ciernes indexa estas prestaciones al IPC medio anual a cierre de noviembre, lo que arroja una revalorización del 2,5% tras saltar este indicador al 5,6% en el mes. La subida rondaría por tanto los 3.700 millones, a los que habría que añadir cerca de 2.350 millones por la paguilla compensatoria frente al 0,9% de subida de 2021. Como resultado, expuso Cos, el gasto real en pensiones para el próximo ejercicio “podría situarse en torno a 1.500 millones por encima de lo contemplado en el Presupuesto”, a los que habría que añadir “otros 2.000 millones adicionales” por la compensación de 2021.
A partir de ahí, el gobernador cargó contra los efectos de la reforma de pensiones a medio y largo plazo. Cos recordó que la jubilación de la generación del baby boom disparará la tasa de dependencia de las pensiones y generará fuertes tensiones en el sistema que las reformas aprobadas en 2011 y 2013 afrontaban básicamente recortando las pensiones. Al quedar desactivados estos mecanismos, y ligarse las pensiones al IPC, la factura amenaza con dispararse en 3,3 puntos de PIB entre 2019 y 2050, según detalló la Airef.
La revocación del factor de sostenibilidad de 2013 elevaría el coste en otros 0,9 puntos. La nueva reforma, prosiguió, descarga a la Seguridad Social de gastos impropios, que sufragará Hacienda vía impuestos, por el 2% del PIB (lo que mejora el déficit del sistema, pero no el del Estado). A su vez, se han tomado medidas para alinear la edad efectiva de jubilación con la legal, que avanzará hasta los 67 años en 2027, lo que el Gobierno cree que rebajará el gasto entre 1,1 y 1,6 puntos de PIB para mediados de siglo. Finalmente, el factor de sostenibilidad será sustituido por el llamado Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI), que supone elevar las cotizaciones sociales en 0,6 puntos entre 2023 y 2032.
La estimación oficial es que aportarán el 0,2% del PIB durante ese periodo, permitiendo generar unos ingresos acumulados en el Fondo de Reserva del 2,3% del PIB en el año 2032 a fin de costear parte de la subida del gasto, puntualizó, limitando a ocho décimas de PIB al año el ajuste a realizar por esta vía.
“En conjunto, por tanto, de acuerdo con las estimaciones disponibles, cubrir los incrementos de gasto en pensiones derivados del incremento de la tasa dependencia, e incorporando el impacto de la vuelta a la indicación de las pensiones con la inflación y la derogación del factor de sostenibilidad, requerirá de medidas por el lado de los ingresos o los gastos adicionales a las especificadas hasta el momento en el Proyecto de Ley actualmente en trámite parlamentario”, sostuvo el gobernador.
La presidenta de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef), Cristina Herrero, informó este martes al Parlamento de que la ralentización de la recuperación económica, en un marco de cuellos de botella en las cadenas de producción, inflación galopante y nuevas cepas de Covid reducen aún más las ya cuestionadas previsiones de crecimiento del Gobierno para 2021 (6,5%) y 2022 (7%).
Los cálculos de Economía están “ligeramente por encima” del escenario central de la Airef, que tiene de un 40% a un 60% de visos de cumplirse y habla de avances del 5,5% y el 6,3%, respectivamente. El Banco de España, por su parte, recordó que la media de los analistas espera avances del 5% para este ejercicio y el 5,9% el siguiente.