El Banco de España ha evaluado la efectividad de los Expedientes de Regulación de Empleo (ERTE) en España utilizados entre 2020 y 2021 como consecuencia de la pandemia de covid. En un análisis publicado por la institución, alaba la "elevada efectividad" de este mecanismo en el periodo indicado, sobre todo aquellos con una duración reducida. Sin embargo, el Banco advierte de que su prolongación en el tiempo "tiende a reducir su efectividad, especialmente entre los trabajadores más jóvenes, los que tienen un contrato temporal o los ocupados en determinadas actividades de servicios.
Los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) fueron extremadamente eficaces durante los peores momentos de la pandemia de Covid, hasta el punto de que sostuvieron el empleo de 3,5 millones de trabajadores en España y cerca del 20% de los trabajadores de los países de la OCDE también estuvieron protegidos por una herramienta similar entre abril y mayo de 2020. Sin embargo, en octubre no llegaban a 20.000 trabajadores lo afectados por un ERTE en España, ante lo que el Banco de España se ha preguntado si esta drástica reducción en la incidencia de los ERTE es un reflejo de la eficacia de este mecanismo a la hora de lograr el retorno de los trabajadores a sus empleos previos a la crisis.
Un análisis de la efectividad de los ERTE según su duración elaborado por Mario Izquierdo, Sergio Puente e Iván Auciello y publicado hoy por el Banco de España indica que esta herramienta ha sido eficaz para una crisis como la del Covid, pero alertan de su pérdida de efectividad para la reincorporación del trabajador al empleo a medida que estos expedientes se prolongan en el tiempo, por lo que esto los haría menos eficaces para otro tipo de crisis.
En promedio, entre 2020 y 2021, la probabilidad absoluta de dicha reincorporación del trabajador ha sido elevada, aunque muestra un perfil decreciente según la duración del ERTE, que cae a la mitad a medida que avanzan los trimestres. Así los afectados por uno de estos expedientes durante un trimestre tienen el 65% de probabilidades de reincorporación; para los que están en esta situación durante dos trimestres consecutivos esta probabilidad baja al 41% y desciende hasta algo más del 26% para aquellos en ERTE durante tres trimestres seguidos, según este estudio.
Es más, estos expertos precisan que esta prolongación de la suspensión temporal del empleo perjudica aún más a determinados colectivos como aquellos que son más jóvenes, los que tienen un contrato temporal o los ocupados en determinadas actividades o servicios.
"En general, la evidencia disponible corrobora que los ERTE han sido efectivos a la hora de facilitar el ajuste de las economías a la perturbación ocasionada por la pandemia. No obstante, esa evidencia es, por el momento, relativamente escasa. La literatura académica que ha estudiado las consecuencias de los programas de ajuste temporal del empleo en otros episodios históricos, mucho más amplia, refrenda los efectos positivos para el mantenimiento del empleo, pero, al mismo tiempo, señala la presencia de algunos costes asociados a su utilización, particularmente cuando las necesidades de ajuste del empleo no tienen un carácter temporal", precisan los autores del estudio. Esto significa de forma más sencilla que cuanto más se alargue un ERTE más probabilidades hay de que la empresa despida a parte de su plantilla.
Por el contrario, han observado una mayor utilidad de los ERTE en el caso de relaciones laborales de mayor duración y, por tanto, con mayores costes asociados a su ruptura.
En este estudio también han comprobado la eficiencia de los ERE a la hora de reincorporar a los trabajadores con su empleo suspendido si se compara con la reactivación de empleados con idénticas características pero que son inactivos o desempleados no cubiertos por estos expedientes. También en estos casos salen ganando los protegidos por ERTE, pero de igual manera estos colectivos repiten un patrón descendente de su reincorporación a medida que pasan los meses.