Así lo advierte el Banco de España en su último Informe de Estabilidad Financiera, publicado hace unos días, en el que, si bien recuerda que por ahora no hay señales de alarma ni signos de sobrevaloración de la vivienda, sí que hay riesgo de que los precios sigan subiendo debido al encarecimiento de la mano de obra y los materiales de construcción.
Según los datos oficiales del supervisor, y tomando como base de 100 puntos el cuarto trimestre de 2019 (inmediatamente antes de la irrupción del Covid-19), la demanda de inmuebles se sitúa a día de hoy en cotas cercanas a los 120 puntos, mientras que la oferta ha caído en torno a los 92.
Por todo ello, entre otros factores, los precios medios de la vivienda se han disparado un 3,3% en tasa interanual en el segundo trimestre del año, rompiendo así la tendencia de desaceleración registrada a principios de 2019. La vivienda usada, en concreto, avanza al 2,9%, mientras que la nueva se mueve en torno al 6%, un ritmo que podría acelerarse debido al aumento en los costes de los insumos.
A diferencia de lo que ocurre en otros países del entorno, explica con tono calmado el supervisor bancario, en España la situación del mercado inmobiliario no se encuentra en una fase preocupante y, aunque el crédito hipotecario nuevo esté creciendo con fuerza en 2021, no se observa una relajación en las condiciones de concesión.
Las compraventas de vivienda, apunta el Banco de España, experimentaron un fuerte repunte en los ocho primeros meses de 2021, casi del 14 % respecto al mismo periodo de 2019. Un avance que contrasta con la evolución, algo más más contenida, de la oferta de viviendas en venta. Este aumento de la demanda estaría impulsado no solo por la recuperación de la economía y las condiciones financieras, sino por las decisiones de inversión que se habían pospuesto con la irrupción de la pandemia y por los cambios en las preferencias de las familias, que ahora apuestan más por obra nueva y viviendas unifamiliares.
En paralelo, y con una visión más pesimista, la última radiografía del mercado de la vivienda publicada por el portal Fotocasa asegura que la idea de que España está próxima a una burbuja inmobiliaria está ganando peso entre los españoles durante los últimos meses. Así, si en febrero de 2021 los expertos puntuaban este riesgo con 5,7 sobre 10 puntos, en septiembre de 2021 la cifra ha subido en cuatro décimas.
En el medio y largo plazo, el supervisor estima que el reciente notable aumento en los costes de los insumos de la construcción podría provocar, en caso de persistir en el tiempo, presiones adicionales en el precio de la vivienda nueva.