El primer semestre del año, marcado, a excepción de los primeros compases del año, por una apertura de la actividad y un repliegue de las restricciones por la pandemia ha estado jalonado por un aumento de la recaudación tributaria en todas las figuras fiscales, que han permitido -además de dar un impulso a la recuperación que refleja el avance del PIB del 2,8% entre abril y junio en comparación con el arranque de 2021- contener el avance del déficit público, que en el acumulado hasta el mes de mayo roza el 3% del PIB. Así, el desequilibrio presupuestario se sitúa en 36.074 millones de euros hasta mayo, lo que supone restar 13.810 millones a la cifra registrada un año antes, es decir, un 27,7% menos.
Todo ello, azuzado por un aumento de los ingresos para el Estado fuertemente marcado por el periodo de recuperación. Concretamente, entre los meses de enero y junio de este año se recaudaron en nuestro país un total de 94.341 millones de euros a través de impuestos. Esta cifra es, como parecería evidente, mayor que la del pasado ejercicio en un 15% (unos 10.000 millones de euros) pero también rebasa en más de 2.768 millones (3,5% más) la cifra de recaudación registrada en el mismo periodo de 2019, un año antes del estallido de la crisis sanitaria. De este modo, como se refleja en los niveles de recaudación tributaria, ya supera en un 3,5% a los registros previos a la pandemia.
En lo que respecta al déficit del Estado hasta el mes de junio, el dato se sitúa en el 2,95% del PIB, y desciende un 25,9% respecto al mismo periodo del año anterior, hasta los 35.665 millones de euros.
Esta reducción responde, principalmente, al incremento del 15% en los ingresos, mientras que los gastos se redujeron ligeramente, un 0,1%. En cuanto al déficit público hasta mayo, el de la Administración Central aglutinó la mayor parte con 31.365 millones, el 2,59% del PIB, y dentro de este, el déficit del Estado alcanzó la cifra de 30.407 millones, lo que equivale al 2,51% en términos de PIB.
Por su parte, los organismos de la Administración Central registraron a finales del mes de mayo un déficit de 958 millones, frente al déficit de 374 millones de mayo de 2020, lo que supone aumento del 156,1% interanual.
De su lado, la Administración regional registró un déficit hasta mayo de 1.738 millones, lo que equivale al 0,14% del PIB. Este resultado obedece a un incremento de los gastos del 5,1%, frente a los ingresos que crecieron a un mayor ritmo, del 5,6%. De acuerdo con la información transmitida por las Comunidades Autónomas, 3.063 millones corresponden hasta mayo a gasto sociosanitario derivado de la Covid 19. En cuanto a los fondos de la Seguridad Social hasta mayo de 2021, la cifra registró un déficit de 2.971 millones, un 80% menos respecto a los 14.868 millones registrados en los primeros cinco meses de 2020. En términos de PIB el déficit de la Seguridad Social se situó en el 0,25%, frente al 1,33% del mismo periodo del año anterior.
El comportamiento se debe, según Hacienda, al alza de ingresos del 9,1% (con el buen comportamiento de las cotizaciones) frente al descenso de los gastos en un 6,4%.
De su lado, hasta junio, los gastos no financieros del Estado se situaron en 130.006 millones, cifra superior en un 0,1% a la registrada en 2020. La partida de mayor volumen, que fueron las transferencias entre administraciones públicas, ascendieron a finales de junio a 81.432 millones, en niveles muy similares a los de 2020, destacando las transferencias corrientes a las Comunidades Autónomas, que se han incrementado un 2,8%, es decir, 1.202 millones más hasta alcanzar los 44.828 millones.
El importe de los gastos del Estado relacionados con la pandemia ha sido de 5.351 millones, de los que 4.791 millones fueron transferencias a las Comunidades Autónomas y 559 millones, gasto en los consumos intermedios, que se corresponde casi en su totalidad las vacunas.