Un francés que trabaja en nuestro país gana 536 euros más al mes de media que un español y un alemán, 321 euros. Pero estas cifras son una rareza en un mercado laboral en el que lo más habitual es el ejemplo opuesto. La crisis sanitaria y las restricciones a la movilidad supusieron un freno a la llegada de trabajadores extranjeros a nuestro país. Pero una vez superado el bache, y al contrario de lo que ocurrió tras la crisis financiera, la subida se ha retomado con fuerza.
Sin embargo, esta rápida recuperación, muy diferente a la experimentada tras el desplome de la afiliación de extranjeros tras la crisis financiera, no parece haberse trasladado a los sueldos. Según revela la Encuesta de Bases de Cotización de la Tesorería General de la Seguridad Social, el 91,3% de los cotizantes extranjeros afiliados al Régimen General percibe una retribución bruta mensual inferior a la de uno español, fijada en 1.988,5 euros al mes. Para más de la mitad, un 53%, la diferencia se sitúa por debajo de los 500 euros.
Solo un 8,2% cobra más que un español, y un 2,7% de los casos la diferencia supera los 500 euros. En esta franja se sitúan los 39.218 cotizantes franceses. Les siguen, con una ganancia menor, los 26.629 alemanes, 10.600 holandeses y 6.848 estadounidenses. Los salarios más altos, con más de 750 de diferencia sobre los españoles, los perciben ciudadanos de países con muy pocos cotizantes. Es el caso de los 3 nativos de la Guayana Francesa con una remuneración media de 3.052 euros mensuales, los 13 de la Isla de Norfolk con 2.878,3 euros y los 80 de Singapur con 2.805,9 euros.
Pero como decimos, la norma es el caso contrario. De los 1,52 millones de cotizantes que contabiliza estos datos, 1,39 percibe un sueldo bruto menor al de un trabajador nacional. Hay que tener en cuenta que la Estadística de bases de Cotización incluye solo los cotizantes afiliados al Régimen General en un mes determinado (marzo en este caso, el más reciente en la serie histórica). Por tanto, excluye a los autónomos, lo cual explica que detecte solo a 48.212 cotizantes chinos, que cobran una media de 1.231,5 euros mensuales.
Pero también a sistemas especiales como el de las empleadas de hogar, cuya adscripción total al Régimen General acaba de aprobar el Gobierno. Así, la estadística debe interpretarse como un indicador de los sueldos que pagan las empresas a los trabajadores foráneos.
El grupo más numeroso de cotizantes son los rumanos (218.578 cotizantes) seguido de los marroquíes (164.669), italianos (112.393). Estos últimos cobran 37,6 euros menos que un nacional, pero para los dos primeros la brecha es de 486,1 y 606,6 euros respectivamente,
Esta situación es anterior a la entrada en vigor de la Reforma del Reglamento de Extranjería, que intenta, entre otras cosas, un mejor encaje entre la oferta y la demanda, confirma el déficit de atracción del talento que afronta nuestro mercado laboral en un contexto en el que nuestros vecinos compiten para atraer mano de obra inmigrantes ante su elevado porcentaje de vacantes por cubrir.
Tampoco mejoran las cuentas para los países con los que compartimos el idioma. Los 216.755 inmigrantes de Venezuela, Colombia y Ecuador, los países americanos que más suman a nuestro Régimen General cobran una media de 600 menos que un español.