EE.UU. pierde el liderazgo de los países más competitivos del mundo

EE.UU. pierde el liderazgo de los países más competitivos del mundo

Estados Unidos han dejado de ser el país más competitivo del mundo, según el ranking de referencia que elabora cada año desde hace tres décadas la escuela de negocios suiza IMD tras examinar hasta 235 indicadores. La economía norteamericana ha caído este año a la tercera posición.

Bien es cierto que estas listas hay que tomárselas como un ejercicio académico, no obstante, el dato no deja de ser significativo. “Para un país como EE.UU., que lo tiene absolutamente todo: mercado interior, tecnología, infraestructuras, universidades… es muy difícil no ser el primero”, comenta el profesor Arturo Bris, uno de los autores del informe.

Y, sin embargo, la guerra comercial está ahí. De acuerdo con un estudio de la OCDE difun­dido ayer, el conflicto internacional empieza a dejar el rastro de las políticas proteccionistas. En efecto, las importaciones estadounidenses de productos chinos, a raíz de la ba­talla comercial entre las dos po­tencias, cayeron en valor un 12 % en el primer trimestre, el mayor descenso desde que existen registros. Los aranceles empiezan a notarse y no sólo es China: globalmente las importaciones estadounidenses bajaron un 1,9% entre enero y marzo respecto al trimestre anterior, cuando ya habían permanecido estancadas entre los meses de octubre y diciembre.

“EE.UU. se está disparando en el pie con esta rabieta comercial. Las políticas de Donald Trump, como las rebajas fiscales, producen buenos resultados a corto plazo, pero una vez que se acaba el efecto, a largo plazo son insostenibles”, comenta Arturo Bris.

Así, al primer lugar del ranking de IMD este año sube Singapur (por primera vez desde el 2010), mientras que Hong Kong se queda en el segundo. La ciudad-Estado y la región especial china son muy eficientes. “Es fácil ser competitivo cuando vives en situaciones próximas a dictaduras”, subraya el autor.

En términos generales, la novedad de este año es la reducción de la brecha entre Asia y el resto de economías occidentales. El continente asiático sigue escalando posiciones. No sólo suben las grandes economías de la región, sino también las de la periferia, como Tailandia o Indonesia, por mencionar algunas.

En ese contexto, Europa está en claro declive, también debido a la debilidad de las economías escandinavas, que hasta ahora eran las locomotoras de las economías del Viejo Continente, el descenso del Reino Unido (el Brexit) y, con cierta sorpresa, Portugal.