El Consejo de Ministros aprobará hoy la Ley de Statups, con el objetivo de “atraer talento e inversión”, según adelantó ayer la vicepresidenta primera del Gobierno, Nadia Calviño, que indicó que la nueva normativa nace para dar apoyo a “empresas de rápido crecimiento y base tecnológica”. También resaltó que esta ley surge en un momento en el que cada vez hay más nómadas digitales, emprendedores e inversores que pueden trabajar desde cualquier lugar del mundo, “y pondrá a España a la vanguardia de Europa en la creación de este tipo de compañías, clave para la recuperación económica”.
Fuentes de Economía explican que el texto que hoy se aprobará ha sido “sustancialmente mejorado”, tras someterse a audiencia pública y escuchar al ecosistema emprendedor. “El sector nos pidió un esfuerzo adicional y elevar nuestra ambición, además de corregir algunos aspectos que quedan ambiguos en su anterior redacción, y lo hemos cumplido”.
Así, además de reducirse el tipo impositivo en el impuesto de sociedades y el impuesto sobre la renta de no residentes, del tipo general del 25% al 15% en los cuatro primeros ejercicios desde que la base imponible sea positiva, se facilita el uso de las stocks options como forma de retribución. Y es que se eleva su exención fiscal de 12.000 a 50.000 euros anuales, además de retrasar su tributación al momento en que se hagan líquidas, ya sea por la venta de las acciones o por la salida a bolsa de la empresa.
La ley también eleva la base máxima de deducción por inversión en empresas de nueva o reciente creación (de 60.000 a 100.000 euros anuales), el tipo de deducción (que pasa del 30% al 40%), así como el periodo en el que se considera una startup de reciente creación, que sube de tres a cinco años, con carácter general, o a siete para empresas de ciertos sectores (biotecnología, energía, industriales y otros sectores estratégicos o que hayan desarrollado tecnología propia diseñada íntegramente en España).
Con la nueva ley se permite el aplazamiento de la deuda tributaria de impuestos de sociedades o del impuesto sobre la renta de no residentes en los dos primeros ejercicios desde que la base imponible sea positiva, sin garantías ni intereses de demora, por un periodo de 12 y 6 meses respectivamente. Y se elimina la obligación de efectuar pagos fraccionados del impuesto de sociedades y del impuesto sobre la renta de no residentes en los dos años posteriores a aquel en el que la base imponible sea positiva.
Las mismas fuentes señalan que para atraer talento, se mejora el régimen fiscal del impuesto sobre la renta de no residentes aplicable a directivos y empleados de las startups, inversores y “nómadas digitales” (personas en teletrabajo desplazadas temporalmente a territorio español) y sus familiares, que podrán acceder a un visado especial de hasta cinco años. Asimismo, se favorece el retorno del talento al rebajar de 10 a cinco años la no residencia previa en España para acceder a este régimen especial.
También, y como incentivo social, se elimina la doble cotización a la Seguridad Social para los emprendedores que mantengan de forma simultánea un empleo por cuenta ajena durante los tres primeros años. El proyecto de ley recoge otras medidas en favor de las startups, como el fomento de la compra pública innovadora o la exención de la causa de disolución cuando las pérdidas dejen reducido su patrimonio neto a una cantidad inferior a la mitad del capital social, siempre que no sea procedente solicitar la declaración de concurso, hasta que no hayan transcurrido tres años desde su constitución.