La tecnología redefine la propuesta de los bufetes, al tiempo que surgen nuevas start up legaltech que ofrecen servicios alternativos. El mercado jurídico vive una revolución que también se traslada a las aulas. Estonia se ha convertido en el primer país del mundo en proponer oficialmente la creación de un juez robot que sirva para descongestionar los juzgados del país. Y el encargo no ha recaído ni en juristas de reconocido prestigio ni en abogados con años de experiencia en el sector legal. El responsable del proyecto será Ott Velsberg, informático de profesión que ostenta el cargo público de responsable de datos de Estonia.
Eso no quiere decir que no se tenga en cuenta la opinión de los expertos en el mundo del derecho, pero sí pone de manifiesto la complejidad a la hora de encontrar perfiles profesionales donde han de confluir conocimientos hasta ahora propios de profesiones diferenciadas: abogado, ingeniero, informático, gestor de procesos, economista…
Aunque el caso de Estonia pueda sonar muy futurista y un proyecto a largo plazo, la realidad es que el sector jurídico ya está cambiando. Y lo hace a gran velocidad. Si hace cinco años era difícil encontrar un despacho que hablara sobre inteligencia artificial (IA), hoy resulta casi imposible que uno de los grandes bufetes internacionales no haya adquirido una licencia de software predictivo o, incluso, desarrollado su propio programa de IA.
“Aparecen nuevos competidores para los despachos tradicionales”, apunta Soledad Atienza, vicedecana de IE Law School. Se refiere a proveedores de servicios jurídicos alternativos y asegura que éstos “necesitan abogados con habilidades distintas de los que trabajan en despachos”.
Pero, ¿dónde encontrar a esos nuevos profesionales capaces de entender el Derecho y de escribir en código de programación? Contar con un grado en Derecho que se limite a formar jurídicamente a un estudiante ya no es suficiente. Las aulas de las universidades y escuelas legales también viven su propia revolución, en busca de nuevos modelos docentes, que van mucho más allá de incluir unas asignaturas del MBA, crear dobles grados con Derecho y Empresariales o añadir unas horas lectivas de programación informática.
Dentro de un mes, estudiantes, académicos, abogados, tecnólogos y emprendedores presentarán en la Universidad de Miami diferentes proyectos que han tenido que desarrollar tras la reunión de Law without walls, que a principios de año acogió en España IE Law School y en la que participaron más de 250 personas de todo el mundo. En este encuentro, se debatió sobre el futuro del sector y cuáles son las tendencias que marcarán este mercado.