La Comisión Europea ha dado este miércoles el primer paso hacia la creación del puesto de ministro europeo de Economía y Finanzas, un nuevo alto cargo con el que Bruselas pretende dar mayor coherencia a la política económica del club. El proyecto ha sido presentado en rueda de prensa por el vicepresidente económico de la CE, Valdis Dombrovskis, y el comisario de Economía, Pierre Moscovici.
El superministro, como ya se conoce a la figura, asumirá las funciones repartidas ahora en múltiples organismos y, sobre todo, se convertiría en el contrapeso político del ahora todopoderoso Banco Central Europeo.
Bruselas confía en que los Gobiernos de la UE y el Parlamento Europeo respalden la propuesta. Y que la nueva figura asuma sus funciones en 2019, después de las elecciones europeas (mayo) y coincidiendo con la entrada de la nueva Comisión (noviembre).
El nuevo ministro fijaría la posición fiscal (expansiva o restrictiva) más adecuada para encajarla con la; coordinaría la aplicación de las normas de vigilancia presupuestar (como el Pacto de Estabilidad); supervisaría todos los instrumentos de financiación, incluido el fondo de rescate (que pasaría a denominarse Fondo Monetario Europeo); y unificaría, aunque no del todo, la representación de la zona euro en los foros internacionales.