Bruselas dio este jueves el primer paso para la prórroga del marco temporal de ayudas de Estado, activo desde que se desatara la crisis del Covid-19 en marzo de 2020 y que ha permitido que entrara una riada de dinero público en el capital de numerosas empresas comunitarias para evitar su caída ante la llegada de la pandemia. La Comisión Europea propuso ayer a los Estados miembros prolongar seis meses más este marco excepcional, hasta el 30 de junio de 2022, así como una hoja de ruta para la eliminación progresiva de las medidas de apoyo ante la aceleración de la recuperación económica en Europa.
La ampliación del periodo de gracia por parte del Ejecutivo comunitario dará más tiempo a la Sepi para desatascar las peticiones de ayuda al fondo de rescate de empresas estratégicas del Gobierno. Dotado con 10.000 millones de euros, el Fondo de Apoyo a la Solvencia de Empresas Estratégicas aún cuenta con unos 8.700 millones de euros de fondos pendientes de asignar entre las numerosas peticiones que ha recibido, muchas de ella en una situación límite.
Por ahora, la Sepi tan sólo ha aprobado siete expedientes: Air Europa (475 millones), Ávoris (320 millones), Hotusa (241), Duro Felguera (120 millones), Tubos Reunidos (112 millones), Plus Ultra (53 millones) y Rugui Steel (25 millones).
En la fase inicial de consultas a los Estados miembros para esta nueva extensión del marco temporal, cuya fecha de vencimiento está fijada actualmente en el próximo 31 de diciembre, el Gobierno lanzó su petición a Bruselas para prolongar el periodo de gracia, en una solicitud más amplia que también incluía la solicitud para prorrogar a todo tipo de ayudas directas, incluidos los 7.000 millones de euros de fondos para pymes y autónomos o las líneas del ICO.
Ahora, el Ejecutivo Comunitario, tras haber analizado las opiniones de los países, ha realizado una propuesta para una extensión de las medidas excepcionales que deberá confirmar en las próximas semanas cuando reciba el feedback de las capitales.
La propuesta de Bruselas incorpora ajustes específicos para garantizar que las empresas que aún se vean afectadas por la crisis no tengan el impacto negativo de una desaparición brusca de las medidas de apoyo. Al mismo tiempo, plantea ampliar el alcance más allá del 30 de junio de 2022 para permitir ciertas ayudas por un periodo limitado.
“Debemos ser conscientes de las disparidades entre los Estados miembros y de la necesidad de evitar efectos de abismo al retirar el apoyo público. Proponemos una eliminación progresiva de las medidas de apoyo a la crisis, acompañada de medidas para reactivar y atraer la inversión privada en la fase de recuperación”, defendió la vicepresidenta ejecutiva y responsable del área de Competencia de la Comisión, Margrethe Vestager.
Fuentes del Ministerio de Economía señalaron que la extensión del marco temporal es “una buena noticia” y destacaron que el principal interés ahora es ir teniendo un plan de ayuda a los sectores que siguen teniendo un impacto hasta que la recuperación sea completa.
Bruselas cifra en más de 3 billones de euros el apoyo proporcionado al tejido empresarial europeo gracias al despliegue sin precedentes del marco excepcional, que permite inyectar fondos públicos en empresas privadas comunitarias sin que se consideren ayudas de Estado.