La Comisión Europea propone limitar los tipos reducidos y las exenciones del Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA). Según Bruselas, estas figuras fiscales favorecen la pérdida 134.000 millones de euros al año en recaudación. El documento alerta de “los ingresos perdidos por fraude y evasión del IVA, elusión y prácticas de optimización del IVA, quiebras e insolvencias financieras, así como por errores de cálculo y administrativos”.
El informe reconoce que, aunque es imposible evitar algunas pérdidas de ingresos, “la adopción de medidas contundentes y de respuestas políticas específicas podrían marcar una verdadera diferencia, especialmente en lo que se refiere a los incumplimientos”. Bruselas apunta que, en términos nominales, la brecha del IVA de la UE (lo que se pierde de recaudación) se mantiene en el nivel de 134.000 millones de euros. Aunque la brecha global del IVA ha mejorado entre 2015 y 2019, sigue sin conocerse el verdadero impacto de la pandemia de Covid-19 en la demanda de los consumidores y, por tanto, los ingresos procedentes del IVA en 2020.
Las recomendaciones de la Unión Europea en materia de IVA se alejan del modelo español de tipos reducidos y exenciones. El Parlamento Europeo aconseja, en su último informe, reducir la presencia de estas tasas para poder revisar el tipo general a la baja. Según los expertos de la Eurocámara, suprimir los tipos reducidos de IVA podría rebajar el tipo general medio europeo en 7 puntos, hasta situarlo en el entorno del 15%. En el caso de España, el segundo país europeo con un IVA más ineficiente por detrás de Chipre, los especialistas creen que recaudaría lo mismo con un tipo único del 10%, 11 puntos por debajo del actual.
El comisario de Economía, Paolo Gentiloni, destaca que “pese a la tendencia positiva registrada en los últimos años, la brecha del IVA sigue siendo un problema muy importante, especialmente teniendo en cuenta las enormes necesidades de inversiones que afrontarán los Estados miembros en los próximos años”. Según la Comisión Europea, las cifras de este año representan pérdidas de más de 4.000 euros por segundo. “Son pérdidas inaceptables para los presupuestos nacionales”, apostilla Gentiloni.
“Esto implica que son los ciudadanos de a pie y las empresas quienes tienen que compensar ese déficit a través de otros impuestos para pagar los servicios públicos vitales. Tenemos que hacer un esfuerzo conjunto para combatir el fraude del IVA, un delito grave que saca el dinero directamente del bolsillo de los consumidores, en detrimento de nuestros sistemas de protección social y esquilmando las arcas públicas”, añade el comisario.
El Servicio de Estudios del Parlamento Europeo ha remitido a la cámara su informe Brecha del IVA, reducción tipos de IVA y su impacto en los costes de cumplimiento para las empresas y en los consumidores. El documento concluye que sólo el 60% del consumo total de los hogares está sujeto a los tipos generales del IVA y que sus costes de cumplimiento son “considerables”, un 2,5% de los ingresos de las empresas. De esta forma, invita a los países a revisar sus tipos reducidos y exenciones y apuesta por un modelo con menos figuras de este tipo que permita reducir el tipo general.
Los países europeos han eliminado en los últimos años multitud de tasas y exenciones especiales de IVA. Aunque la brecha en los tipos de esta tasa indirecta sigue siendo relativamente alta en el conjunto de la Unión Europea, se ha reducido del 20% en 2009 al 10% en 2019. Sin embargo, España cuenta con un sistema que apenas grava un 47% de la base imponible del IVA al tipo general.