La Comisión Europea ha dado a conocer este martes un nuevo paquete de medidas para hacer frente a la crisis energética, con la mirada ya puesta en el próximo invierno 2023-2024 gracias a que las reservas comunitarias han alcanzado un nivel histórico de 92%. Para construir consenso, Bruselas propone gastar hasta 40.000 millones de euros del paquete de los fondos de cohesión para contener los precios que enfrentan los hogares.
La presidenta de la Comisión Europea, Úrsula von der Leyen, ha detallado que la propuesta que se presentará mañana al Parlamento Europeo sienta las bases legales para que los países miembros comiencen compras en conjunto una vez que comiencen a fortalecer sus reservas a partir de la próxima primavera. La iniciativa se basa en la participación de los 27 en un mecanismo de adquisiciones centralizadas en el que se agregaría la demanda de cada país, con un componente obligatorio de "al menos el 15% de sus objetivos de almacenamiento".
El Ejecutivo comunitario también busca animar a las compañías energéticas a poner en marcha consorcios específicos para aprovechar su poder conjunto de negociación, aunque respetando las reglas comunitarias de competencia.
Bruselas ha confirmado también que trabaja en un nuevo índice de referencia para el precio del gas natural licuado, lo que permitiría limitar el poder de la referencia TTF que se comercia en Países Bajos. Respecto a este índice, la CE buscará un tope dinámico para evitar los picos de precios y la manipulación. De tener el visto bueno de todos los países, este mecanismo no permitiría ninguna transacción por encima del techo permitido, lo que "ayudaría a evitar una volatilidad extrema y precios excesivos". Los anuncios desde Estrasburgo aceleraron una leve alza del TTF, que igual se mantiene a la baja y se deja más del 8%, aunque hacia el mediodía perdía más del 11%.
Respecto a las alternativas para limitar el precio del gas en el costo de la electricidad, Von der Leyen consideró que el modelo de la excepción ibérica "merece ser considerado en el ámbito europeo y estamos examinando los datos disponibles". La presidente de la Comisión ha señalado que aún hay dos interrogantes para su aplicación en todo el bloque: cómo balancear la compensación que los usuarios pagan a lo largo de los diferentes mercados nacionales y de qué manera regular las interconexiones con países vecinos que no son parte del bloque comunitario, que podría beneficiarse del menor costo de la electricidad.