Bruselas avala la primera parte de la reforma de pensiones, pero desconfía del impacto del nuevo mecanismo de equidad

Bruselas avala la primera parte de la reforma de pensiones, pero desconfía del impacto del nuevo mecanismo de equidad

La Comisión Europea ha advertido a España del riesgo de un "agujero fiscal significativo" en el sistema de pensiones, por lo que ha instado al Gobierno a completar todas las medidas pactadas en este ámbito para garantizar su sostenibilidad a corto, medio y largo plazo. Bruselas se refiere con este llamamiento a la necesidad de completar la segunda parte de la reforma de pensiones comprometida con la Comisión para la segunda parte del año, como hito requerido para un nuevo desembolso de 10.000 millones de euros que seguirá a los 12.000 millones autorizados hoy.

Así, desde Bruselas sí han dado el visto bueno a los compromisos en materia de pensiones incluidos en la primera fase de su reforma y que ya han sido aprobados, como el nuevo mecanismo de revalorización que vincula las pensiones al IPC y los incentivos para retrasar la edad efectiva de jubilación de forma que esté más en línea con la legal, así como la nueva regulación de los planes de pensiones de empleo en las empresas; y el futuro sistema de cotización de los trabajadores autónomos, que podría ser acordado en horas o días.

E, igualmente, incluye en este paquete de medidas ya aprobadas el nuevo mecanismo de equidad intergeneracional, que sustituye al factor de sostenibilidad que adoptó el anterior gobierno del PP presidido por Mariano Rajoy, y del que, sin embargo, Bruselas desconfía al asegurar que "es probable que derive en un incremento importante del gasto público en proporción al PIB con el paso del tiempo".

De esta manera, Bruselas da luz verde a todas estas medidas, pero, al mismo tiempo, su análisis también expresa preocupación con respecto al impacto que tendrán sobre la sostenibilidad fiscal del sistema de pensiones, por lo que llama a completar el resto de reformas pactadas con las autoridades comunitarias en este ámbito antes de que acabe el año.

Entre las reformas comprometidas que aún están pendientes de negociarse a partir de ahora y hasta fin de 2022 –y entre las que, según se desprende de la advertencia de Bruselas, deberían incluirse futuros ajustes del gasto en pensiones– están la adecuación del periodo de cómputo para el cálculo de las pensiones por jubilación y la adecuación de la base máxima de cotización, además de una actualización de las proyecciones que tengan en cuenta el impacto de todas las reformas de las pensiones adoptadas este año y el pasado.