El Banco de España asegura en un informe que desde septiembre los tipos de interés medios aplicados a los nuevos préstamos para la compra de vivienda han aumentado en 30 puntos porcentuales. “Este incremento, que no se ha observado en el resto de los segmentos en España, ni en el de la compra de vivienda en otros países de nuestro entorno, podría estar relacionado con los cambios legislativos introducidos en nuestro país en los últimos meses en materia de crédito inmobiliario y de compra de vivienda”, sostiene el organismo.
Aunque no lo cita explícitamente, el Banco de España se refiere a la carga al sector financiero del impuesto de Actos Jurídicos Documentados (AJD) que gravan las hipotecas. “En los últimos meses, el coste de la financiación bancaria ha continuado en niveles reducidos en la mayoría de los segmentos. No obstante, entre septiembre de 2018 y abril de este año (último dato disponible), los tipos de interés medios aplicados a los nuevos préstamos para la compra de vivienda han aumentado en 30 pb”, concreta.
El organismo indica que “las condiciones financieras para hogares y empresas han continuado siendo holgadas en los últimos meses, si bien el ciclo de relajación observado en los últimos años podría estar agotándose”. En su boletín económico que ha dado a conocer hoy, también explica que el crecimiento económico se va a frenar levemente en el segundo trimestre y marcará una tasa del 0,6%, una décima menos que en el primero. Según explica, el PIB mantendría, con una ligera desaceleración, su senda expansiva en el segundo trimestre de 2019.
“El aumento del PIB en el segundo trimestre de este año se apoyaría en la demanda nacional, con una aceleración del consumo privado y la inversión en construcción. Esta evolución contrarrestaría la previsible aportación negativa de la demanda externa, para la que, en cualquier caso, se dispone aún de información muy parcial”, sostiene.
El síntoma más preocupante proviene del mercado laboral. Según el Banco de España, el empleo habría moderado su ritmo de avance en el segundo trimestre con mayor intensidad que la actividad. Así, calcula que la ocupación podría haber crecido, en términos de Contabilidad Nacional, un 0,4% intertrimestral, 0,3 puntos porcentuales menos que en el trimestre anterior. Además, concreta que las afiliaciones a la Seguridad Social mostraron en mayo una cierta pérdida de empuje.
El Banco de España tiene dudas de que el consumo pueda seguir manteniendo mucho tiempo el vigor actual, dado que la tasa de ahorro está cercana a su mínimo histórico y el crédito al consumo apunta a una desaceleración tras observarse un endurecimiento de las condiciones y una menor demanda. En cuanto al mercado inmobiliario, el organismo da cuenta de la disparidad por zonas. “Los avances más acusados se producen en las grandes ciudades y en áreas costeras, con un mayor dinamismo de la actividad y de la demanda extranjera de vivienda, así como con una concentración de población más elevada”, indica.
Por su parte, sobre la inversión empresarial, asegura que, tras el fuerte ritmo de avance del primer trimestre, habría mostrado recientemente un dinamismo más contenido. Frente a la aportación positiva de 0,7 puntos de la demanda interna (consumo e inversión), el sector exterior (exportaciones e importaciones) habría restado 0,2 puntos al avance de la economía española en el segundo trimestre con perspectivas de que ese tono contractivo se mantenga en los próximos meses.
Una de las ramas que más está contribuyendo a lastrar las ventas al exterior es la del automóvil, afectada entre otras cosas por el impacto negativo que ha supuesto la nueva normativa de emisiones europeas, sobre todo en Alemania, y sin que haya expectativas de una pronta recuperación. La debilidad del sector del automóvil contrasta con la continua mejoría de las exportaciones de servicios turísticos, que se apoya en el aumento del gasto medio por turista y de las entradas de turistas extranjeros.
Las importaciones también están acusando la debilidad del comercio internacional, dado que una parte importante de las compras al exterior está relacionada con la fabricación de productos que después se exportan. El Banco de España alerta de algunos riesgos que acechan a la economía, como son el recrudecimiento de las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China y un posible Brexit sin acuerdo, aunque destaca que “en contraste con la debilidad relativa del área del euro, la economía española conserva una mayor fortaleza”.