Todo lo que las empresas han pagado de media a sus trabajadores hasta este jueves, 27 de junio, ha sido para pagar a Hacienda. Coincidiendo casi con el fin de la campaña de la Declaración de la Renta, los asalariados españoles celebran el Día de la Liberación Fiscal, una fecha que establece cada año el Think Tank Civismo y varía en función de las medidas fiscales adoptadas por el Gobierno.
El ciudadano medio dedica, por tanto, la retribución correspondiente a 178 días del año a cubrir sus obligaciones con el Estado, y acaba ingresando el sueldo de los 187 días restantes. El mayor impacto sobre el salario bruto lo generan las cotizaciones sociales a pagar tanto por empleador como por trabajador, que restarían 103 días del sueldo, mientras que el IRPF equivale a otras 34 jornadas; el IVA, a 25; los Impuestos Especiales, a otros 11 y el resto de tributos, cinco más.
El resultado final no varía respecto al año 2018, cuando las obligaciones fiscales también restaban 178 días de salario si bien ha habido cambios de distinto orden que acaban compensándose. Así, de un lado, el alza del salario mínimo de 735 a 900 euros desde el pasado 1 de enero conllevó un incremento similar, del 22%, en las cotizaciones mínimas mientras que el Gobierno aumentó un 7% las bases máximas, lo que ha elevado en una jornada de sueldo el impacto de esta obligación con la Seguridad Social.
En paralelo, la rebaja del IRPF para rentas bajas y algunas reducciones de impuestos impulsadas por las comunidades autónomas han reducido en un día los 35 días que costaba abonar el impuesto de la renta en 2018.
El resultado final, por tanto, permanece invariable y en una cota intermedia frente a la evolución histórica, pues el tiempo anual destinado a abonar tributos y cotizaciones ha oscilado entre los 194 días de 2007 y los 171 de 2009. La cifra varía con fuerza, sin embargo, en función de la comunidad autónoma, dado el peso de los distintos impuestos regionales. Así, el día de la liberación fiscal se produce el 24 de junio en Ceuta y Melilla; fue ayer en La Rioja; será este viernes en Madrid y no llegará a Cataluña hasta el 5 de julio.
Teniendo en cuenta las diferencias de renta, la fecha de la liberación fiscal también cambia por tramos de edad, llegando el 16 de mayo para los jubilados, el 13 de junio para los contribuyentes menores de 30 años, y entre el 2 y el 4 de julio para los trabajadores de mayor edad.
El informe de Civismo también detalla la cuantía que se aporta y se recibe del Estado, concluyendo que el trabajador maduro abona 15.662 euros de media frente a los 4.620 del mayor de 65 años. Estos últimos acaba recibiendo una pensión (15.454 euros anuales de media) y unos servicios públicos con un coste superior al que aportan (22.388,8 euros en total una vez sumada la prestación), a cambio del esfuerzo que hacen el resto de contribuyentes.