El mapa electoral de España no se tiñó de rojo, tal y como vaticinaban las primeras encuestas a pie de urna. Las elecciones autonómicas y municipales no han consolidado el vuelco que se vivió en los comicios nacionales del pasado 26 de abril, en el que el PSOE se convirtió en la fuerza más votada, con 123 escaños, y el Partido Popular sufrió una derrota histórica, que le llevó a conquistar tan solo 66 diputados, el nivel más bajo desde que surgió la formación. Ganó el PSOE en muchas comunidades y ayuntamientos, pero sin mayoría suficiente para gobernar, como ocurrió en Madrid con Ángel Gabilondo, una situación que ha dejado la victoria con un sabor amargo para los socialistas.

Los resultados agregados de las elecciones municipales constataban que la socialista fue la lista más votada, con un 29% del total, muy similar al porcentaje registrado en las generales. La primera diferencia con respecto a las generales del 28 de abril es la recuperación del PP, que acaparó el 22% del voto local y casi triplica el porcentaje alcanzado con Ciudadanos (8%). De hecho, el PP obtuvo mayoría absoluta en más municipios que el PSOE.

Una primera clave es que una gran parte del voto que Ciudadanos y Vox le robaron a los populares en las generales ha vuelto en estos comicios. La segunda clave es que el PSOE ha sido la formación más votada en muchas autonomías o municipios, pero la suma con el resto de formaciones de izquierda no le ha dado para gobernar.

El PSOE ha logrado ser el partido más votado en las 12 comunidades autónomas que han celebrado elecciones este domingo salvo en Navarra y en Cantabria (Galicia, Andalucía, País Vasco, Comunidad Valenciana y Cataluña tienen distinto calendario electoral), pero no logrará sumar con la izquierda para gobernar en varias de ellas, incluida la Comunidad de Madrid. Los socialistas ganan con mayoría absoluta Extremadura y Castilla-La Mancha.

El PP solo gobernaba hasta ayer en Madrid, Murcia, Castilla y León y La Rioja, gracias a los pactos con Ciudadanos, bien por el voto a favor o por la abstención a sus candidatos. Ayer, con el 99,89% del voto escrutado, conservó Madrid, una autonomía que ha presidido de forma ininterrumpida desde 1995, seriamente amenazada en la jornada de recuento de ayer por la suma del pacto entre PSOE, Podemos y Mas Madrid.

De esta manera, a pesar de la victoria socialista, los populares conservarán seis autonomías (Castilla y León, Madrid, Murcia y La Rioja, a las que se unen Galicia y Andalucía), siempre y cuando prosperen en las tres primeras los pactos con Ciudadanos y Vox, algo que está en cuestión toda vez que la formación presidida por Albert Rivera se ha fijado como principal objetivo convertirse en el líder de la oposición y que incluso podría mirar a la izquierda a la hora de pactar gobiernos autonómicos.

En Navarra, ha ganado Navarra Suma, pero la llave del Ejecutivo está en el PSN, que podría intentar un gobierno apoyándose en Geroa Bai, Podemos e IU. En Cantabria seguirá gobernando el PRC con el PSOE y en Canarias puede formarse un Ejecutivo encabezado por Coalición Canaria con el PP, y dejar fuera al PSOE.

El PSOE es la fuerza con más concejales en 29 de las 54 capitales de provincia (contando Ceuta y Melilla), de las cuales, en cuatro -Huelva, Soria, Huesca y Mérida- consigue la mayoría absoluta. Sin embargo, el bloque de la derecha puede gobernar en 24 capitales ya que PP, Cs y Vox suman la mayoría absoluta.

Con el 99% escrutado, un pacto de la izquierda gobernará las alcaldías de 16 capitales como Huelva, Sevilla, Toledo, Valladolid, A Coruña y Lugo, entre otros. En Cádiz vuelve a ganar Adelante, después de conseguir 13 concejales y a falta de uno para la mayoría absoluta. En Ávila, el partido Por Ávila (XAV) consigue 11 concejales, a dos de la mayoría absoluta.

Sin embargo, la suma de los tres partidos de la derecha, PP, Ciudadanos y Vox, arrebata el control de la alcaldía de Madrid a Manuela Carmena que ha reconocido que “no volverá a ser alcaldesa” y aseguró que no continuará en la vida política. Lamentó que, aunque han ganado las elecciones, el resultado de las municipales “no nos hace sentirnos satisfechos”, porque “sabemos que no vamos a poder gobernar y no seguiré siendo alcaldesa”. “No es ni mucho menos lo que queríamos”, lamentó.