El ministro británico de Economía, Jeremy Hunt, ha explicado este jueves que el país ha entrado en recesión y que la inflación británica se situará este año en el 9,1%, según los datos de la Oficina de Responsabilidad Presupuestaria (OBR, en inglés), que supervisa las cuentas públicas del Reino Unido.
En este contexto económico, el titular de Economía ha desvelado un nuevo plan fiscal que contempla subidas de impuestos a ciudadanos y empresas a fin de lograr que se reduzca la deuda neta en relación al producto interior bruto (PIB) para 2028.
Además, Hunt anunció rebajó de 150.000 (171.000 euros) a 125.140 libras (143.240 euros) el umbral de ingresos a partir del cual se pagará la banda más alta del impuesto sobre la renta, del 45 %, mientras que congelará el mínimo de ganancias anuales libres de impuestos a fin de incluir a más contribuyentes en los próximos años.
El ministro conservador también elevará del 25 al 35% el impuesto temporal sobre los beneficios extraordinarios de las empresas de petróleo y gas e impondrá una tasa provisional del 45 % sobre esos excedentes a las generadoras de energía.