Del 12 al 23 de diciembre, y del 9 al 31 de enero, España se enfrentará a los días más duros del invierno, que agravarán la escalada de precios de luz y gas y pondrán a prueba el sistema. España se enfrenta este invierno a 35 días críticos desde el punto de vista energético, según las previsiones que maneja Enagás, la compañía que gestiona los grandes gasoductos y los almacenamientos de gas en España.
Van a ser 35 días en los que se va a poner a prueba la capacidad del sistema energético español para aguantar sin ningún tipo de restricciones ni racionamientos. En cualquier caso, esos días añadirán tensión a la escalada de precios de la luz y el gas de los últimos meses. En sus cálculos, Enagás no solo tiene en cuenta el consumo convencional de gas. Es decir, el que se usa para calefacción, cocinas o calentadores. También considera el que se usa en centrales eléctricas para producir luz.
La compañía establece tres grados de demanda de gas según qué días. El grado número 1 corresponde al mayor consumo, el 2 a un consumo normal o intermedio y el 3 a un consumo más moderado. En sus previsiones, Enagás sólo considera días laborables, de lunes a viernes. Estos son siempre los más relevantes para el análisis del consumo energético en España, porque a los efectos que sobre ese consumo tiene el clima se suma el efecto de la demanda empresarial.
Para el invierno 2022-2023, Enagás ha catalogado como grado 1 los siguientes periodos: 11-16 de diciembre; 19-23 de diciembre; 9-13 de enero; 16-20 de enero; 23-27 de enero; del 30 de enero al 3 de febrero; y del 6 de febrero al 10 de febrero. El resto se reparten prácticamente a partes iguales entre el grado 2 y el grado 3. En general, Enagás no prevé tensiones de abastecimiento en sus estimaciones, recogidas en el documento Winter Outlook (Previsión Invernal).
Este documento es muy relevante para el sistema energético. Forma parte de los informes que Enagás elabora como operador del sistema gasista (GTS), y en los que advierte de situaciones especiales. Por ejemplo, en un informe sobre operativa durante el mes de octubre dio cuenta del alto grado de ocupación que estaba produciéndose en las plantas de regasificación, lo que generó enorme revuelo por el elevado volumen de metaneros esperando frente a las costas españolas para desembarcar.
Enagás está preparándose ahora para un invierno en el que, como mucho, prevé que se produzca una demanda punta de gas de 1.780 gigavatios hora al día (GWh/d). De esta cantidad, 790 gigavatios hora corresponderían a demanda de gas para centrales eléctricas y otros 990 gigavatios hora serían para consumo convencional.
El escenario más probable, en cualquier caso, es que se alcance una demanda punta de 1.715 gigavatios hora al día. De esta cantidad, 760 GWh/d serían de consumo en centrales eléctricas y el resto, 955 GWh/d, serían de consumo convencional. Ni el consumo punta "extremo", de 1.780 GWh, ni el "más probable", de 1.715 GWh, superarían a los 1.803 GWh de tope que se alcanzó en el invierno pasado, 2021-2022.
Este tope fue el récord en más de una década. Entre los años 2007 y 2011 se enlazaron varias plusmarcas anuales. En el invierno de 2009 a 2010, por ejemplo, se alcanzó 1.838 GWh. Un año antes se llegó a 1.789 GWh. En el invierno de 2007 a 2008 se alcanzaron los 1.863 GWh, máximo histórico. Durante este año, en todo caso, no se va a superar el tope de consumo diario que se alcanzó durante el invierno de 2020 a 2021, en plena ola de frío por la borrasca Filomena. Popularmente se considera que aquella ola de frío ha sido la peor en décadas.
Energéticamente, sin embargo, no es así. El tope de consumo de gas diario que se alcanzó en el invierno de Filomena fue de 1.621 GWh, un dato moderado si se analiza la serie histórica. Lo que sí dejó Filomena fueron lecciones muy claras sobre la dependencia energética de España. Este país es muy vulnerable a los cambios drásticos de temperatura. De esos 1.621 GWh de consumo tope registrado con Filomena, 1.266 GWh fue consumo convencional, para hogares. Fue uno de los más elevados de la serie histórica.