Según revela el índice PMI del sector servicios español de S&P Global. En concreto, el índice compuesto de gerentes de compra retrocedió hasta los 48 puntos desde los 48,4 del mes anterior, lo que supone la peor lectura desde el pasado mes de enero.
En la pérdida de actividad registrada en el décimo mes del año pesó especialmente el deterioro del sector manufacturero, cuyo PMI bajó a 44,7 puntos desde los 49 de septiembre, su peor lectura desde mayo de 2020. Por su parte, el PMI del sector servicios redujo el ritmo de contracción, con 49,7 puntos en octubre frente al 48,5 el mes anterior, aunque todavía se sitúa por debajo de los 50 puntos que separan el crecimiento de la contracción. Ambos sectores cayeron por segundo mes consecutivo.
Este descenso de la actividad se debió a la caída de las ventas y de los nuevos pedidos ante la actual incertidumbre sobre la inflación y una eventual recesión, lo que retrasó las decisiones de compra de empresas y hogares.
De este modo, en medio de la reducción de la demanda y de las necesidades de producción, el nivel de empleo en el sector privado disminuyó por segundo mes consecutivo. Dicho declive reflejó una fuerte caída del empleo del sector manufacturero, mientras que las empresas de servicios registraron un crecimiento marginal de la dotación de personal.
No obstante, Paul Smith, economista de S&P Global Market Intelligence, ha explicado que, en un contexto de inflación elevada y niveles inusualmente altos de incertidumbre sobre las perspectivas económicas, es comprensible que se mantuviera la presión a la baja en la actividad del sector servicios español en octubre. "No es de extrañar que las empresas sigan dudando al pensar en la actividad futura, por lo que la confianza en las perspectivas vuelve a ser moderada a medida que nos encaminamos hacia el final del año", ha señalado.
En la eurozona, el deterioro de la actividad del sector privado continuó acelerándose en el mes de octubre, con el PMI bajando hasta los 47,3 puntos desde los 48,1 del mes anterior, lo que representa la peor lectura del dato en 23 meses y sugiere una "recesión invernal".