La vicepresidenta de la patronal catalana Foment del Treball, Virginia Guinda, quien ya anunció el miércoles su intención de disputar el cargo a Garamendi, dio un paso más en su carrera electoral presentándose en Madrid ante la prensa para dar a conocer su futura candidatura, que aún no ha registrado oficialmente porque tiene pensado agotar los tiempos y tiene plazo hasta el próximo martes, día 8.
Guinda, barcelonesa e ingeniera industrial, es primera ejecutiva de Iberboard, líder en fabricación de cartón gráfica y citó a los medios de comunicación en la sede de Asociación Española de Cogeneración (Acogen), donde es directora técnica y ejerce la representación de este sector en el consejo consultivo de electricidad de la Comisión Nacional de Energía. Según explicó, escogió la sede de Acogen para presentarse, en lugar de la sede patronal de Diego de León en la capital, "porque este sitio es parte de lo que soy yo -dijo- y la transparencia es un valor para cualquier diálogo", como el que quiere que reine internamente en CEOE.
Así, esta madre de tres hijos dijo que quiere liderar CEOE para que esta organización tenga "más capacidad de influencia; sea más propositiva y, sobre todo, logre que los empresarios influyan no solo en las propuestas legales del Gobierno sino también en las de todos los partidos del arco parlamentario". Dicho esto, podría ser "antes del martes" cuando presente los apoyos que haya logrado recabar. Al menos, tendrá que presentar el aval de 20 vocales pertenecientes a cuatro organizaciones distintas, que es el mínimo que exige CEOE para disputar el cargo de presidente
De salir victoriosa, Guinda avanzó que la primera decisión que tomaría -"después de celebrarlo con los amigos"- sería redactar un "plan de acción" urgente a través de un "proceso de escucha (…) desde abajo a arriba" durante sus primeros cien días de mandato. Y, aunque rechazó criticar ninguno de los acuerdos alcanzados por la actual dirección de la patronal con el Gobierno y los sindicatos, sí avanzó que es partidaria de negociar subidas salariales con los sindicatos en el marco de un gran pacto de rentas. "Los sueldos tienen que subir y no conozco a ningún empresario que no quiera subirlos", precisó, aunque no quiso desvelar cuánto incrementó las retribuciones a los trabajadores de la empresa que dirige.
Se mostró partidaria, asimismo de regular un salario mínimo a la carta, que pueda ser distinto para el sector industrial y el agrario, por ejemplo, o diferente para un joven que se incorpore al mercado de trabajo. "No nos debe dar miedo regular las cosas desde la complejidad", detalló. Igualmente, defendió que si accede al cargo perseguirá "la oportunidad de abordar una nueva reforma laboral para adaptarla a un sistema productivo como el que tenemos ahora, con necesidades que tenemos los empresarios".
Para Guinda el diálogo social con sindicatos y Gobierno debería de tener "más intensidad; más pluralidad, y las bases de la organización (CEOE) deberían estar más al corriente de ese diálogo". En ese sentido, consideró que entre las demandas de los empresarios deberían tener más peso las reclamaciones de la industria, sobre todo la energética, relacionada con la empresa que ella dirige. "Me consta que hay demandas en materia energética y CEOE debería dar mayor cabida a las realmente urgentes" como esta, que ella consideró prioritaria.
De hecho, indicó que la última vez que habló con Garamendi lo hizo sobre la marcha de la industria. En ese punto aseguró que tanto su empresa como sus competidores han pasado "un mal verano" con una bajada de consumo de gas industrial de más del 20% respecto al año anterior. "Esto me quita el sueño: pensar en qué propuestas tenemos que llevar al Gobierno, y muchas patronales amigas lo están haciendo, (…) porque donde hay industria se invierte y hay empleo".