Al Banco de Inglaterra no le ha temblado el pulso y ha elevado los tipos de interés en 75 puntos básicos, al 3%, el nivel más alto en 14 años. Lo ha hecho aún con mayor intensidad que en reuniones anteriores, en que decidió aumentos de medio punto, y lo hace a pesar de la recesión en la que ya se adentra la economía británica y de la convulsión financiera que causó el anterior gobierno de Liz Truss, que requirió la intervención urgente del banco central para estabilizar un mercado financiero que aún no ha recobrado del todo la calma.
La inflación, ahora en el 10,1% en Reino Unido, es la máxima prioridad para el Banco de Inglaterra, que ha optado por acelerar el ritmo de alzas de tipos por una mayoría de 7 votos a favor y dos en contra. Uno de los votos discrepantes defendió una subida de tipos de medio punto y otro, de 25 puntos básicos.
La institución se suma a la oleada de intensos incrementos del precio del dinero entre los bancos centrales de las economías desarrolladas. Los sube en 75 puntos básicos un día después de que la Fed haya elevado tipos en esa cuantía por cuarta vez consecutiva y una semana después de que el BCE los haya subido en la misma magnitud por segunda vez. Para el Banco de Inglaterra, el alza de tipos decidida hoy es la mayor en 33 años y la octava subida consecutiva. Los tipos de interés han subido sin pausa en Reino Unido desde el 0,1% de diciembre de 2021 al 3% actual.
La institución sí ha sugerido en todo caso que las siguientes subidas serán más moderadas, por debajo de lo que pronostica el mercado. En sus previsiones ha tomado en cuenta la estimación del mercado de que los tipos se elevarían en Reino Unido a alrededor del 5,25% el próximo año, lo que provocaría una contracción del 3% del PIB, según ha señalado el Banco de Inglaterra. "Alzas adicionales de tipos pueden ser necesarias para lograr que la inflación vuelva al objetivo de forma sostenible, aunque a un nivel más bajo del que pronostica el mercado", señala el Banco de Inglaterra. Tras esta declaración, los futuros apuntan ahora a que se eleven como mucho hasta el 4,75% y la libra cotiza con descensos frente al dólar, que han llegado a ser cercanos al 2%.
El Banco de Inglaterra ha advertido del horizonte "desafiante" para la economía británica, que podría afrontar una recesión de una duración potencial de dos años, superior a la de la crisis financiera de 2008. La institución prevé que el PIB británico se contraiga alrededor de un 0,75% durante el segundo semestre de 2022, en parte como reflejo de la reducción de los ingresos reales por el aumento de los precios mundiales de la energía.
En cuanto a la inflación, prevé que repunte desde el 10,1% de septiembre hasta alrededor del 11% en el cuarto trimestre de 2022, aunque por debajo de lo esperado en agosto, cuando anticipaba una escalada hasta rondar el 13%, lo que refleja también el impacto del tope del precio de la energía. Sus previsiones no tienen en cuenta la consolidación fiscal que anunciará el gobierno del nuevo primer ministro Rishi Sunak el 17 de noviembre y que podría reducir aún más el PIB.