Banca y energéticas españolas abandonan los paraísos fiscales

Banca y energéticas españolas abandonan los paraísos fiscales

Desde que en el año 2010 las grandes empresas firmaron el Código de Buenas Prácticas Tributarias con Hacienda, el número de sociedades en territorios opacos se ha reducido en un 75%, pasando, entre estos dos sectores, de 69 a tan solo 17 sociedades. Las que se mantienen lo hacen ahora solo por razones puramente operativas o están inactivas o en proceso de liquidación.

El proceso más drástico por su salida de los territorios offshore lo ha llevado a cabo Repsol, que ha pasado de 24 a únicamente tres sociedades y, de ellas, solo queda una activa en Trinidad y Tobago por razones de negocio. "Repsol tiene una presencia irrelevante en paraísos fiscales. En concreto, los ingresos allí obtenidos representan menos del 0,01% de nuestra cifra de negocios y solo hay una sociedad activa en el grupo que tiene residencia en uno de estos territorios, Trinidad y Tobago, donde realiza actividades de exploración y producción de hidrocarburos", explica en su último informe sobre fiscalidad la petrolera.

El grupo que preside Antonio Brufau conserva todavía otra filial en Bermudas, una reaseguradora que está inactiva, y una más también en Trinidad y Tobago, que está ya en proceso de liquidación. No obstante, posee también participaciones minoritarias en una firma de las Islas Caimán -el 29,66% de Oleoducto de Crudos Pesados (OCP)- y otra en Islas Mauricio, el 15% en concreto de Transasia Pipeline Co.

Entre las compañías energéticas, Iberdrola ha pasado de tener cuatro sociedades en 2010 en Islas Vírgenes, Caimán, Isla de Man y Emiratos Árabes a no quedarse con ninguna; Naturgy ha cesado la actividad de las seis que tenía entre Panamá y Caimán, e Iberdrola ha cerrado las cuatro que sumaba hace una década entre Islas Vírgenes, Caimán, Emiratos Árabes y la Isla de Man. Enagás ha liquidado igualmente la que tenía en Caimán.

Siemens Gamesa no existía como tal en el año 2010, por lo que los datos no son comparables. Entonces, la antigua Gamesa tenía tan solo en Singapur y hoy el grupo cuenta con cinco: tres en Hong Kong, una en Singapur y una en Isla Mauricio.

El proceso en la banca ha sido similar al de las energéticas, reduciendo su presencia de un total de 34 filiales en paraísos fiscales a solo ocho. Santander, que tenía 20 sociedades repartidas en territorios como Jersey, Caimán, Bermudas, Hong Kong, Bahamas, Panamá o Gibraltar, cuenta ahora tan solo con cuatro: dos en Jersey, una en la Isla de Man y otra en Caimán. BBVA, que tenía igualmente ocho sociedades entre Panamá, las Antillas, Caimán y Hong Kong, se ha quedado solo con cuatro en Caimán. Sabadell, por su parte, ha liquidado las cinco que tenía en Nassau, Mónaco, Caimán y Hong Kong; CaixaBank ha hecho lo mismo con la única que tenía en Hong Kong y Bankinter, que no tenía ninguna, se mantiene igual.

Más allá de la energía o la banca, las empresas que conforman el Ibex 35 están abandonando tras la firma del Código de Buenas Prácticas con la Agencia Tributaria los territorios opacos o poco colaborativos. La ONG Intermón Oxfam, que elabora un informe anual que tiene en cuenta no solo los paraísos fiscales, sino también territorios de baja tributación, como Luxemburgo, Holanda o Irlanda, asegura que el número de filiales en este tipo de Estados del Ibex 35 ha pasado de 1.018 en 2015 a 744 en el año 2020, el último con datos disponibles. Es una reducción del 27% en tan solo un lustro y todo indica que irá cada vez a más.

Al margen de los bancos y las empresas energéticas, otro grupo que ha reducido significativamente su presencia en territorios fiscalmente opacos es Inditex. El gigante de la moda gallego contaba en 2010 con 11 sociedades en estos países y ahora solo con cinco –cuatro en Macao (China) y una en Mónaco–, que están dedicadas a la operativa de la empresa y la gestión de las tiendas. Inditex llegó a constituir hace años una filial en Irlanda, un país que, aunque no está catalogado como paraíso fiscal, ofrece grandes ventajas tributarias a las empresas, para gestionar todo su comercio electrónico mundial. En 2012, sin embargo, empezó a facturar en España las ventas locales y posteriormente acabó vaciando esta sociedad. Ahora, el comercio electrónico se gestiona en cada país donde está la operativa.