La vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, se volvió a reunir ayer con los responsables sindicales y patronales para, como ya hizo en julio, intentar arrancar su compromiso para negociar un pacto de rentas. En esta ocasión, Calviño, fue algo más concreta y avanzó que la intención del Gobierno es intentar impulsar la negociación de este pacto entre el Ejecutivo, la patronal y los sindicatos incluyendo medida como la subida del salario mínimo.
Posteriormente, preguntada por los salarios de los empleados públicos también sugirió que también podría incluirse en dicho pacto, pero rechazó hablar de cuál podría ser dicha subida, algo que compete negociar en exclusiva, dijo, al Ministerio de Hacienda. Por su parte, los sindicatos reclamaron que el pacto de renta incorpore también otras medidas de control de beneficios por la vía fiscal, adicionales a los nuevos impuestos aprobados; u otras medidas de control del precio de la energía o ayudas al pago de hipotecas.
"Los agentes sociales han mostrado una disposición positiva para hablar y poder avanzar. Vamos a hacer todo lo posible porque se pueda alcanzar este acuerdo con decisiones del Gobierno como la subida del salario mínimo", ha dicho Calviño. Y ha añadido que las partes se han propuesto "identificar el índice y contenido del pacto de rentas" en el que, ha reiterado, jugará un papel importante la subida del salario mínimo.
No obstante, tras la intervención de Calviño, los responsables de CC OO y UGT se mostraron más escépticos y aseguraron que la base del pacto de rentas es el acuerdo salarial bipartito con los empresarios y ese no se dará sin una previa campaña de movilizaciones y presiones sindicales. Según el secretario general de CC OO, Unai Sordo, los sindicatos solo se sentarán a negociar dicho pacto salarial si la patronal se aviene a hablar de la generalización de las cláusulas de garantía salarial en los convenios o, de lo contrario, "pediremos subidas salariales del 8%, lo que subirá la inflación media en 2022.