El Gobierno, reconoció el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, cuenta con tres fuertes incertidumbres a las puertas de uno de los inviernos más duros que se prevén por las consecuencias en la economía de la guerra en Ucrania tras la invasión rusa. "No sabemos qué va a pasar con la energía este invierno, qué va a pasar con los precios y qué va a pasar con la economía y con el empleo en su conjunto", apuntó Sánchez al comienzo del debate que mantuvo en el Senado con el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo.
Ante este panorama, prosiguió Sánchez, la incertidumbre es total y "por eso España y la Unión Europea nos estamos preparando para lo peor", incluyendo un corte total del gas por parte de Rusia. De ahí, añadió, la necesidad imperiosa de impulsar las medidas de ahorro energético.
El jefe del Ejecutivo, sin embargo, aseguró que "no va haber medidas dramáticas: ni apagones ni racionamiento de energía o de bombonas de butano". Negó cualquier "escena apocalíptica" como las que en su opinión transmite la derecha y lanzó un mensaje de "tranquilidad", recordando que las medidas de ayuda se prolongarán si es necesario y que el Estado dispondrá de todos los recursos necesarios para hacer frente a la crisis.
En su intervención, Sánchez avanzó que el plan de ahorro general en el que trabaja el Ejecutivo consistirá en "cambiar algunos hábitos de vida para defender nuestro modelo de vida. Las vamos a presentar en detalle muy pronto", agregó.
En su intervención en la Cámara Alta, enmarcada en el debate monográfico sobre la crisis energética y el contexto económico, Sánchez insistió en que el escenario para este invierno es incierto. "No sabemos qué va a pasar. No lo sabe el Gobierno de España, ni el de Alemania, ni el de Estados Unidos". Incluso, recalcó, es posible que no lo sepan ni en Moscú. Por eso, "no podemos despejar esa incógnita".