La vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, emplazó ayer reiteradamente a la patronal a que se vuelva a sentar con los sindicatos para reanudar las negociaciones del acuerdo de negociación colectiva que incluya recomendaciones salariales para empresas y sectores. Este insistente llamamiento de Díaz está claramente causado por la presión social que ha empezado a surgir en torno a la elevada inflación persistente por encima del 10%. Asimismo, la petición de la ministra llega precedida de sus propias y polémicas declaraciones de apoyo expreso a las protestas sindicales ante un supuesto bloqueo de la patronal de la negociación colectiva y la negativa de los empresarios a elevar los salarios en una mayor cuantía de lo que lo están haciendo.
De estas dos acusaciones -el bloqueo de las negociaciones y los bajos incrementos salariales-, los datos solo respaldan la última de ellas, ya que el incremento salarial pactado para casi siete millones de asalariados hasta julio es del 2,56% frente a una inflación que multiplica este dato por cinco y que hace que estos trabajadores estén perdiendo ocho puntos de poder de compra, salvo alrededor de 1,7 millones de estos ocupados que tienen cláusulas de revisión salarial, que compensan los desvíos de IPC respecto al aumento salarial pactado.
De hecho, la exigencia de los sindicatos de generalizar estas cláusulas -que ahora solo protegen a uno de cada cuatro asalariados con su convenio colectivo pactado y con efectos este año- fue la causa principal de que las conversaciones entre las organizaciones patronales y sindicales saltaran por los aires en la primavera pasada. La senda de incrementos salariales para el periodo 2022-2024 estaba prácticamente pactada y, pero la exigencia sindical de las citadas cláusulas llevó a la patronal a dar por cerradas las negociaciones. Esta ruptura, además de dejar sin directrices salariales a los negociadores de los convenios colectivos en sectores y empresas, impidió que el Gobierno promoviera un pacto de rentas más amplio, ya que la base de dicho acuerdo iba a ser lo que se consensuase para la negociación colectiva.
Sin embargo, esta ausencia de pactos y recomendaciones salariales no se ha traducido, tal y como ha asegurado Díaz en un bloqueo generalizado por parte de la patronal de la negociación de los convenios. Al menos así lo muestran las cifras de la estadística oficial, que indican que el ritmo de negociación de convenios es muy similar al del año anterior e incluso alguno más. Concretamente, las estadísticas del propio Ministerio de Trabajo indican que entre enero y julio de este año se firmaron 450 convenios colectivos frente a los 403 de el mismo periodo de 2021. Si bien estos últimos afectaron a 1,5 millones de trabajadores, una cifra superior al 1.093.169 de afectados por los convenios firmados hasta julio de 2022. En cualquier caso, la negociación y firma de convenios no parece verse afectada ni por la inflación ni por la actitud patronal.
Por ello, Díaz, ante la evidencia de que los sueldos sí están subiendo mucho menos que los precios, se centró en reclamar a la patronal que se vuelva a sentar a negociar un posible acuerdo de negociación colectiva con recomendaciones salariales. Y, en ese escenario, emplazó una y otra vez a los empresarios apelando incluso al "cariño" a que vuelvan a intentar un pacto salarial con los sindicatos. "Necesitamos volver a encontrarnos a una patronal que vuelva a estar a la altura de las circunstancias y que actúen por el bien del país".
Estas presiones de Díaz no han sentado bien a las filas patronales que han reaccionado estos días afeando que una ministra del Gobierno se alinee con las protestas sindicales. Pese a este malestar, dada la persistencia de la alta inflación, no sería de extrañar que patronal y sindicatos volvieran a intentar algún tipo de acuerdo salarial este otoño, según distintas fuentes consultadas. Esta posibilidad será una de las que estudien los dirigentes empresariales mañana en una reunión ordinaria tras las vacaciones de la Comisión de diálogo Social y empleo de CEOE que se celebrará mañana para abordar, precisamente, la posición empresarial ante la negociación salarial.