El absentismo laboral tuvo en 2021 un coste bruto estimado para el conjunto de la economía de 37.000 millones de euros, lo que supone un 3,1 % del PIB, después de que se perdieran 1.701 millones de horas de trabajo que equivalen a que 937.900 asalariados no trabajaron durante todo el año. Así lo destaca el "XI Informe sobre empresa saludable y gestión del absentismo", elaborado por Adecco Group Institute.
Sin embargo, "no debe olvidarse que no todo el absentismo puede eliminarse por la razón obvia de que, lamentablemente, la gente enferma. No se debe caer en el error de interpretar que todo el coste antes indicado podría ahorrarse. Ese es el coste bruto, el neto o suprimible es mucho menor", explican. La pandemia disparó la tasa de absentismo en España en 2020 hasta el 7,1%, un máximo histórico. En 2021 esta variable disminuyó hasta el 6,6% que, no obstante, es el segundo dato más alto de la serie histórica. "La reducción de 0,5 puntos porcentuales se explica por la menor pérdida de horas de trabajo por motivos distintos de IT".
Con los primeros datos sobre 2022 la tendencia vuelve a cambiar pues en el primer trimestre de este año el absentismo vuelve a subir, con una tasa histórica del 7,5%, lo que supone 0,9 p.p. más con respecto al último trimestre de 2021. Por comunidades autónomas, la tasa de absentismo en 2021 bajó en once de ellas, sobre todo en Islas Baleares (2,8 puntos porcentuales), Canarias (1,1) y Castilla y León (0,7), mientras que subió en el resto, especialmente en La Rioja (0,6). La mayor tasa de absentismo correspondió al País Vasco (8,4%), Cataluña (7,2%) y Asturias (6,9%).
La evolución de las horas no trabajadas por absentismo a lo largo de los últimos 20 años está vinculada con el nivel de actividad económica. En una primera etapa, entre 2000 y 2007, mostraron un crecimiento ininterrumpido: desde 65 hasta 85 horas por trabajador y año. Tales cifras implican un incremento acumulado del 32%.
A partir de ahí, junto con el comienzo de la anterior crisis económica, las horas perdidas por absentismo disminuyeron todos los años. De las 85 horas/año por trabajador en 2007 cayeron hasta 67 horas en 2013: un recorte total del 21%. En 2014 comenzó una etapa de recuperación de la economía, de tal manera que las horas no trabajadas por absentismo volvieron a aumentar.
En 2019 alcanzaron un nuevo máximo de poco más de 90 horas anuales por trabajador, con un incremento acumulado de un 34% desde 2013. Si se compara el dato de 2019 con el de 2000, se encuentra un aumento de 26 horas no trabajadas por absentismo (+40%). Eso equivale a decir que en 2019 un asalariado medio perdió por razón de absentismo más de once jornadas laborales completas, frente a las ocho perdidas en 2000.
La pandemia hizo que las horas no trabajadas por absentismo rompieran su vínculo con el nivel de actividad económica y superaran las 100 anuales por asalariado: 108 en 2020 (que es el máximo histórico que muestran las estadísticas) y 106 en 2021, según explica Adecco en su informe.