La presión fiscal a las herencias más alta del mundo está en España. El país establece el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones (ISD) más alto de todas las economías que aplican este tributo, con un tipo máximo que llega a alcanzar el 81,6% en determinadas situaciones.

Aunque el tipo máximo general se sitúa en el 34% para las herencias que superen los 797.555,08 euros, en España existen ciertos coeficientes adicionales que elevan la tributación en función del parentesco entre el transmitente y el heredero. Tal y como explica la última guía de EY sobre el impuesto, Worldwide Estate and Inheritance Tax Guide, la tasa bruta resultante debe incrementarse aún más mediante la aplicación de estos coeficientes, que tienen en cuenta el patrimonio neto del adquirente antes de la adquisición, así como su relación con el donante o el fallecido.

De esta forma, el tipo máximo del 34% puede multiplicarse hasta por 2,4 veces, lo que sitúa el tipo máximo en el 81,6%. El único país que aplica este impuesto que se acerca a la tasa española es Bélgica. En algunas regiones de este país, el impuesto alcanza el 80%.

En España, el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones varía en función de cada Comunidad Autónoma, que tiene la potestad de establecer bonificaciones a este tributo. De esta manera, Asturias, Comunidad Valenciana y Aragón tiene la mayor presión fiscal a las herencias en el tramo más alto, a partir de los 800.000 euros.

Según el último Panorama de la Fiscalidad Autonómica y Foral, publicado por el Consejo General de Economistas (CGE), para una base imponible con ese importe, un heredero en Asturias pagaría 103.135,48 euros, en la Comunidad Valenciana 63.193,76 euros y en Aragón 55.466,81 euros, en el caso de un soltero de 30 años hereda bienes de su padre por un valor de 800.000, de los que 200.000 corresponden a la vivienda del fallecido.

Por su parte, las Comunidades Autónomas donde es más barato heredar en este caso son Andalucía, Cantabria y Galicia, que tienen bonificado la totalidad del impuesto. Además, en Murcia, Extremadura, Madrid y Castilla y León la cuota a ingresar a Hacienda no supera en ningún caso los 2.000 euros.