Hungría veta el impuesto mínimo del 15% para las multinacionales

Hungría veta el impuesto mínimo del 15% para las multinacionales

El pasado otoño, 136 países acordaron aplicar un impuesto mínimo de sociedades del 15% para las grandes multinacionales. Pero ocho meses después la Unión Europea no ha sido capaz de aprobar su aplicación para que entre en vigor en territorio comunitario a partir de 2023, como fijaba el compromiso. Hasta ahora había sido Polonia quien impedía el acuerdo, pero la aprobación de su plan de recuperación ha servido para sumarla al carro. Sin embargo, este viernes ha sido Hungría quien ha torpedeado el acuerdo.

Hungría cumplió finalmente su amenaza y vetó el proyecto de la Unión Europea (UE) para crear un impuesto mínimo del 15% sobre las compañías multinacionales en línea con el acuerdo alcanzado a nivel internacional en la OCDE el pasado verano. Por tercera vez en lo que va de año, los ministros de Finanzas de la UE (Ecofin) fueron incapaces de conseguir un apoyo unánime a esta medida, que necesita el visto bueno de los Veintisiete, sin excepción, por ser un borrador legislativo sobre fiscalidad.

Polonia era hasta ahora el país que bloqueaba el acuerdo, pero Varsovia levantó su veto tras conseguir que la UE se comprometiese por escrito a no dejar de lado el otro pilar del acuerdo de la OCDE, que persigue crear una tasa para las empresas del entorno digital, pero cuyo trabajo sobre los detalles técnicos progresan lentamente en el foro internacional.

Hungría, que tenía reservas en los primeros meses de las negociaciones, pero fueron resueltas cuando los Veintisiete ofrecieron una serie de excepciones en la aplicación del gravamen, anunció esta semana por sorpresa que bloquearía el acuerdo, una amenaza que finalmente ha cumplido. "Hungría no puede apoyar la propuesta de directiva para un tipo mínimo global en este momento, el trabajo no está listo, creo que tenemos que seguir con los esfuerzos para encontrar una solución", concluyó en el debate público del Ecofin el ministro húngaro Mihály Varga.

Budapest, en particular, esgrime que introducir el impuesto "de forma prematura" provocaría "daños graves" en las economías europeas en el contexto actual de inflación, elevados costes energéticos y precios de alimentos y problemas de suministro derivados de la guerra en Ucrania. "La UE debe prestar atención a las consecuencias de la guerra", incidió el titular húngaro de Finanzas, quien también argumentó que el "paquete" pactado en la OCDE incluye también la fiscalidad sobre las empresas del entorno digital y hay retrasos en su conclusión.

Tras escuchar los argumentos de Hungría, el ministro de Finanzas de Francia, Bruno Le Maire, como presidente de turno del Ecofin, afeó a Budapest que cuando dio en un primer momento su visto bueno a la medida ya había comenzado la guerra rusa en Ucrania y el club también había respondido a su "demanda" sobre temas de "calendario".