La Comisión Europea mejora las previsiones económicas de España y prevé la salida de la crisis en 2022

La Comisión Europea mejora las previsiones económicas de España y prevé la salida de la crisis en 2022

La recuperación española coge velocidad, impulsada por la progresiva vacunación, el final de las restricciones y, sobre todo, por la esperada llegada de los fondos de recuperación a partir del verano. Según informaron fuentes comunitarias, la Comisión Europea mejorará este miércoles las previsiones de crecimiento para España hasta el 5,9% este año, tres décimas más que lo esperado en febrero. Y sobre todo disparará su proyección para el próximo año, cuando la llegada de la ayuda europea impulsará el PIB un 6,8%, comparado con el 5,3% señalado hace tres meses, cuando aún no se tuvo en cuenta el impacto del fondo.

De esta manera, España recuperará los niveles de PIB el próximo año del enorme batacazo provocado por la pandemia del covid-19, limpiando la caída del 10,8% del PIB registrada en 2020. El impulso de los 140.000 millones de euros que recibiremos gradualmente del fondo, repartidos a partes iguales entre transferencias a fondo perdido y préstamos, adelantarán nuestra recuperación un año, hasta dejarnos a la par de nuestros vecinos. La Comisión prevé que la UE recupere los niveles previos a la pandemia a mediados de 2022.

La remontada de nuestra economía además volverá a destacar visiblemente entre el resto de los socios de la eurozona, que crecerán de media un 4,2% este año. Este primer semestre está resultando más complicado de lo esperado. El impacto de la tercera ola del virus ha hundido a la eurozona en una segunda recesión. Sin embargo, el rebote está ya cogiendo cuerpo y ganará fortaleza a partir del verano. La Comisión Europea espera alcanzar en julio su objetivo de vacunar al menos al 70% de la población adulta. Y para finales de ese mismo mes, los Estados miembros podrían empezar a recibir las primeras transferencias del plan de recuperación, alrededor de 9.000 millones de euros en el caso de España.

La mejora de las previsiones españolas se produce tras una primera revisión al alza ya realizada en la actualización de las cifras que realizó la Comisión en febrero, tras haber pintado un cuadro demasiado oscuro de la cuarta economía europea el pasado noviembre. No obstante, Bruselas es menos optimista que los números del Gobierno. El pasado abril, el Ejecutivo español apuntó para este año un crecimiento del 6,5% y del 7% en 2022.

El potente despegue del PIB español ayudará a sanear las cuentas más rápido, aunque el desequilibrio provocado por el covid-19 ha sido demasiado intenso. El déficit se quedará en el -7,6% del PIB este año, frente al -9,6% proyectado en noviembre, la última vez que se calculó. La deuda empezará este año a reducirse lentamente tras el gasto descomunal movilizado para lidiar con la pandemia. Tras cerrar el pasado año con un máximo histórico del 120% del PIB (1,34 billones de euros), caerá ligeramente hasta el 119, 6% este año y 116,9% el que viene, según las previsiones que presentará este miércoles el comisario de Economía, Paolo Gentiloni. El pasado otoño, la Comisión era más pesimista y anotaba a nuestro país una deuda de 122% del PIB para este año y 123,9% el que viene.

La gran diferencia llegará con los primeros pagos del Mecanismo para la Recuperación y la Resiliencia, el principal pilar del fondo de recuperación de 800.000 millones de euros. La Comisión no quiso incluir en febrero el impacto del estímulo europeo, acordado por los líderes el pasado julio. La ratificación del fondo en los 27 Estados miembros aún no había arrancado, y los planes nacionales de recuperación eran simples bosquejos en la mayoría de los casos. Ahora, un total de 20 parlamentos nacionales ya han dado su visto bueno a que la Comisión emita los 800.000 millones de euros para financiar el fondo. Además, 14 Estados miembros ya han enviado las versiones definitivas de sus planes de inversiones y reformas con los que acceder a la ayuda comunitaria.

Sin embargo, los técnicos de la Comisión, economistas y analistas coinciden en la dificultad de calibrar el impacto del fondo en este momento, ya que dependerá en gran parte de la absorción final en cada país, del efecto de las reformas, y de si finalmente los Gobiernos harán un uso total de la parte de los préstamos del fondo, ya que representan hasta 386.000 millones del estímulo. En los planes enviados hasta ahora hay poco apetito por los créditos de la Comisión. Pero países como España ya han confirmado que los solicitarán más adelante. El Ejecutivo comunitario previó en otoño una mejora anual de hasta el 2% durante los próximos cinco años, periodo durante el que el fondo estará funcionando a pleno rendimiento.