El BCE ha acelerado el volumen de compras de deuda semanal de su programa antipandemia hasta los 21.050 millones de euros, según las cifras correspondientes a su intervención en el mercado la semana pasada. La cuantía está muy lejos de las adquisiciones de un año atrás, cuando comenzó el programa en plena pandemia con cifras semanales que superaban los 30.000 millones de euros, pero supone una intervención más decidida respecto a las semanas precedentes.

El BCE ya anunció en su reunión de marzo su intención de intensificar estas compras con el fin de frenar el ascenso de las rentabilidades de la deuda, amenaza para el objetivo de mantener unos costes de financiación lo más favorables posible. En la semana precedente, su actividad compradora aún fue tímida, con adquisiciones netas por apenas 14.000 millones de euros, muy cerca de los mínimos de todo el programa.

En la última semana ese volumen ha crecido en cambio hasta los 21.050 millones de euros, con lo que el programa de compras antipandemia ya alcanza los 913.626 millones de euros. Su cuantía total puede alcanzar los 1,85 billones de euros, según lo acordado por el BCE en diciembre, que prevé continuar con este programa hasta al menos marzo de 2022.

La presidenta del BCE Christine Lagarde ha vuelto a insistir hoy en que la institución continúa lista para ajustar todos sus instrumentos con el objetivo de dirigir la inflación hacia la meta deseada. De hecho, el BCE no descarta ampliarlo si fuera necesario, aunque tampoco se ha comprometido hasta ahora a emplear los 1,85 billones del PEPP en su totalidad.

En unas declaraciones recogidas en el blog del BCE, Lagarde ha reconocido que, un año después del lanzamiento del PEPP; aunque “se han conseguido muchos progresos y podemos ver la luz al final del túnel, no podemos ser complacientes”. Y ha asegurado que, sin el PEPP, “la zona euro presumiblemente habría sufrido una crisis de devastadoras consecuencias económicas y financieras para el conjunto de la sociedad”.