Uno de cada diez puestos de trabajo que ofertan las empresas se queda sin cubrir por falta de profesionales cualificados

Uno de cada diez puestos de trabajo que ofertan las empresas se queda sin cubrir por falta de profesionales cualificados

Así lo indica un informe de la multinacional de recursos humanos Adecco, que especifica que, en el caso de algunos perfiles y zonas de España, las vacantes que se quedan sin cubrir se elevan al 60%. ¿Cuáles son esos perfiles profesionales que piden las empresas y no encuentran? En términos generales este informe apunta a algunos perfiles informáticos del sector de la información y las telecomunicaciones (conocidos como IT); sanitarios de casi cualquier nivel; algunos oficios industriales como soldadores, electromecánicos, fresadores, torneros, carretilleros y técnicos de mantenimiento; y administrativos y comerciales con dominio de idiomas. De hecho, en todos estos puestos, existe técnicamente lo que se denomina pleno empleo, que en España puede considerarse un desempleo inferior al entorno del 7%.

Esta situación contribuye a que ocho de cada diez empresas consultadas por esta compañía especializada en gestión de empleo aseguren que tienen dificultades para encontrar el talento que están buscando y este porcentaje se ha disparado en España más de 30 puntos en los últimos cinco años, lo que evidencia el fuerte desacople entre la formación de los jóvenes y los trabajadores en general y las necesidades de las empresas.

Según explican los comerciales de Adecco, detrás de estas carencias a la hora de encontrar determinados profesionales existen situaciones y motivos de diferente origen. Por ejemplo, la falta de perfiles cualificados obedece en muchos casos a que la oferta de titulados en Formación Profesional es notablemente inferior a la demanda de las empresas (el 38% de las ofertas de empleo de Adecco exigen esta titulación y en 2018 llegaron a superar a las ofertas en las que se requería una titulación universitaria).

Además, el informe destaca que, en muchos de los ciclos de FP, al igual que en las titulaciones universitarias STEM (siglas en inglés de Ciencias, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas), «el papel de la mujer es residual», lo que limita aún más la oferta de estos profesionales. Como muestra de esta limitación, Adecco indica que solo el 2,2% de los alumnos del ciclo básico de Fabricación Mecánica o el 3% del grado medio de Electricidad y Electrónica, son mujeres.

Otros problemas consisten en los turnos cambiantes para determinados puestos o el dominio de los idiomas, ya que cada vez se exige más una tercera lengua. A todo esto, hay que sumar que los consultores de selección de Adecco están detectando una menor disposición a la movilidad de los trabajadores y de los desempleados provocada por la crisis sanitaria y las restricciones de movimientos.

La falta de profesionales tiene sus peculiaridades en cada región. Por ejemplo, la falta de sanitarios, que ya era destacable antes de la pandemia, se convierte en algo especialmente grave en las regiones más envejecidas como Aragón o Asturias, donde las bolsas de empleo de estos profesionales están agotadas desde hace meses. En las Islas Baleares faltan ingenieros industriales o electromecánicos a los que se les ofrecen salarios de convenio que no suelen ser suficientes para afrontar el coste de la vida del archipiélago.

En Cantabria están desapareciendo las profesiones del metal, y algunas empresas optan por formar a sus propios trabajadores. Y lo mismo hacen con los embotadores de bonito o fileteadoras de anchoas. También muchas cárnicas conquenses enseñan a sus profesionales desde cero.